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viernes, 27 de diciembre de 2013

OTRO MANIFIESTO

EN LA ANTIGÜEDAD O EDAD MEDIA ESTO CASI ERA IMPOSIBLE: 1.- SÍ SOMOS CATÓLICOS EN LO ESENCIAL, ESTAMOS UNIDOS EN LO QUE ES ESENCIAL O NECESARIO PARA SER CONSECUENTES CON NUESTRA IDENTIDAD CATÓLICA; 2.- PERO, TAMBIÉN EXISTE LO PERSONAL Y LO OPINABLE EN TEMAS ÉTICOS, SOCIALES, CULTURALES, INCLUSO RELIGIOSOS Y POR SUPUESTO EN LO POLÍTICO; EN ESTO HAY LIBERTAD, TOLERANCIA Y RESPETO A LA DIVERSIDAD SIN PERDER LO ESENCIAL CATÓLICO. 3.- PARA ENTENDER, ESTA VISIÓN DESDE EL PLURALISMO, HAY QUE SER MADURO Y SEGURO DE SÍ MISMO: EL FANÁTICO RELIGIOSO O POLÍTICO EN REALIDAD NO ESTÁ SEGURO DE SUS OPINIONES O CREENCIAS, NECESITA IMPONERLA A LOS DEMÁS. 4.- PODEMOS CONCORDAR EN MUCHAS COSAS, PERO TAMBIÉN DISCREPAR EN NO POCOS CASOS Y ES SANO Y DESEABLE SÍ SOMOS DE CONCIENCIA DEMOCRÁTICA. 5.- OPINO A CONCIENCIA Y NO CREO TENER ALGÚN TIPO DE DERECHO PARA INTENTAR IMPONER MIS OPINIONES A LOS DEMÁS; PERO CON ESTE MISMO CRITERIO, PIDO TOLERANCIA, AMPLITUD DE JUICIO A LOS DEMÁS Y CONSIDERO QUE LA INTOLERANCIA EN TODAS SUS FORMAS ES UN ANTI-VALOR QUE DAÑA LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA. 6.- TENER IDENTIDAD NO ES INTOLERANCIA; ANULAR LO NECESARIAMENTE PROPIO POR INTERESES POLÍTICOS O ECONÓMICOS ES DEGRADANTE Y REFLEJA UNA SUMA DECADENCIA MORAL. 7.- DIALOGAR PARA COEXISTIR EN DEMOCRACIA Y DIVERSIDAD ES LO ÉTICO EN SENTIDO CIVIL Y CRISTIANO.

OTRO MANIFIESTO

EN LA ANTIGÜEDAD O EDAD MEDIA ESTO CASI ERA IMPOSIBLE: 1.- SÍ SOMOS CATÓLICOS EN LO ESENCIAL, ESTAMOS UNIDOS EN LO QUE ES ESENCIAL O NECESARIO PARA SER CONSECUENTES CON NUESTRA IDENTIDAD CATÓLICA; 2.- PERO, TAMBIÉN EXISTE LO PERSONAL Y LO OPINABLE EN TEMAS ÉTICOS, SOCIALES, CULTURALES, INCLUSO RELIGIOSOS Y POR SUPUESTO EN LO POLÍTICO; EN ESTO HAY LIBERTAD, TOLERANCIA Y RESPETO A LA DIVERSIDAD SIN PERDER LO ESENCIAL CATÓLICO. 3.- PARA ENTENDER, ESTA VISIÓN DESDE EL PLURALISMO, HAY QUE SER MADURO Y SEGURO DE SÍ MISMO: EL FANÁTICO RELIGIOSO O POLÍTICO EN REALIDAD NO ESTÁ SEGURO DE SUS OPINIONES O CREENCIAS, NECESITA IMPONERLA A LOS DEMÁS. 4.- PODEMOS CONCORDAR EN MUCHAS COSAS, PERO TAMBIÉN DISCREPAR EN NO POCOS CASOS Y ES SANO Y DESEABLE SÍ SOMOS DE CONCIENCIA DEMOCRÁTICA. 5.- OPINO A CONCIENCIA Y NO CREO TENER ALGÚN TIPO DE DERECHO PARA INTENTAR IMPONER MIS OPINIONES A LOS DEMÁS; PERO CON ESTE MISMO CRITERIO, PIDO TOLERANCIA, AMPLITUD DE JUICIO A LOS DEMÁS Y CONSIDERO QUE LA INTOLERANCIA EN TODAS SUS FORMAS ES UN ANTI-VALOR QUE DAÑA LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA. 6.- TENER IDENTIDAD NO ES INTOLERANCIA; ANULAR LO NECESARIAMENTE PROPIO POR INTERESES POLÍTICOS O ECONÓMICOS ES DEGRADANTE Y REFLEJA UNA SUMA DECADENCIA MORAL. 7.- DIALOGAR PARA COEXISTIR EN DEMOCRACIA Y DIVERSIDAD ES LO ÉTICO EN SENTIDO CIVIL Y CRISTIANO.

jueves, 19 de diciembre de 2013

A PESAR DEL MAL PRESENTE EN LA HISTORIA, EL AMOR REDIME A LOS QUE ESPERAN, AMAN Y CREEN EN CRISTO.

DOMINGO 4 del Tiempo de Adviento - Ciclo "A" - 22 de Diciembre de 2013. Las Lecturas de este último Domingo antes de la Navidad nos invitan a ir considerando la ya inminente venida del Salvador, en su nacimiento en Belén. La Primera Lectura (Is. 7, 10-14) nos habla del anuncio del Profeta Isaías en un momento particularmente difícil del pueblo de Israel. El Rey Acaz no quiere obedecer al Profeta para enfrentar la situación en que se haya el pueblo: “Pide a Yavé tu Dios una señal”, le indica el Profeta. Pero el Rey, dando una excusa aparentemente piadosa, prefiere continuar con la decisión que ya había tomado: solicitar la ayuda de los asirios para enfrentar al Reino del Norte. Ante la desobediencia del Rey, el Profeta Isaías reprocha y responde: Estos descendientes de David no les basta con cansar a los hombres, sino que ahora también quieren cansar a Dios. Otro será el descendiente de David que traerá la salvación al pueblo: el Mesías. Pero ese descendiente nacerá en la pobreza (cf. Is. 7, 15). Y la política absurda del Rey Acaz y sus sucesores va a traer la ruina total del país (cf. Is. 16-17). Como el Rey Acaz no quiso pedir una señal para saber los deseos de Yavé en esta coyuntura política, el Profeta anuncia que Dios sí dará una señal: la venida del Mesías prometido desde el Génesis. “El Señor mismo les dará una señal: He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz a un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que significa Dios-con-nosotros”. Esa señal sucederá 700 años después del Rey Acaz y del Profeta Isaías. Nos viene en el Evangelio de hoy (Mt. 1, 18-24), en el queSan Mateo confirma esta importantísima profecía de Isaías acerca de la concepción y el nacimiento del Mesías, al narrar cómo sucedió la venida de Jesucristo al mundo, y concluyendo que todo esto sucedió así precisamente “para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del Profeta Isaías”. En general las Lecturas de hoy nos hacen ver la procedencia humana y la procedencia divina del Salvador. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Así nos lo indica San Pablo en la Segunda Lectura (Rom. 1, 1-7): “Jesucristo nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de entre los muertos”. Esta cita de San Pablo nos recuerda cómo se realiza el misterio de la salvación. Con la Encarnación del Hijo de Dios en la Virgen anunciada por Isaías, con su nacimiento en Belén, con su Vida, Pasión, y Muerte, culminando en su Resurrección gloriosa, se realiza el misterio de la salvación del género humano. Y punto focal de ese ciclo de nuestra redención es precisamente la Natividad del Hijo de Dios que se había encarnado en el seno de María Virgen. Todo un Dios se rebaja de su condición divina -sin perderla- para hacerse uno como nosotros y rescatarnos de la situación en que nos encontrábamos a raíz del pecado de nuestros primeros progenitores. El viene a pagar nuestro rescate, y paga un altísimo precio: su propia vida. Pero para poder dar su vida por nosotros, lo primero que hace es venir a habitar en medio de nosotros, al nacer en Belén. ¡Qué maravilla el milagro de la Encarnación! En Jesucristo se unen la naturaleza divina con la naturaleza humana, pero esto, sin que ninguna de las dos naturalezas perdiera una sola de sus propiedades. Pensemos lo insondable que es la naturaleza divina: Consiste ¡nada menos! en la plenitud infinita de todas las perfecciones. ¡Eso es Dios! Y ese Dios, esa Perfección Infinita se rebaja, se anonada para hacerse humano. Pero en ese abajamiento no pierde su Perfección plena e Infinita. ¡Qué grande maravilla! Ese insólito milagro sucede cuando el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios (la Tercera Persona de la Santísima Trinidad) “cubre a la Virgen María con su sombra” y ella, por el “Poder del Altísimo”, concibe en su seno al Hijo de Dios, al Emanuel, al Dios-con-nosotros. Así, el Verbo de Dios se encarna en las entrañas de la Santísima Virgen María. (Lucas 1, 35-37) El relato del Evangelio de San Mateo nos muestra de manera muy sobria, sin mayores detalles, el sufrimiento de San José. Podemos intuir cómo pudo haber sido este difícil trance: sus dudas ante los evidentes signos de la maternidad de su prometida, María; su angustia al no saber cómo actuar. La Virgen se mantiene en silencio: lo que Dios le ha dicho privadamente, Ella lo conserva en su corazón y no dice nada de ello a José. El Señor suele actuar así, en forma misteriosa y secreta. Y el Señor mantiene el secreto, hasta que José, hombre bueno y santo, “no queriendo poner a María en evidencia”, nos dice el texto evangélico, decide abandonarla también en secreto. Pero Dios, que tiene su momento para revelarse, le habla en sueños a José a través del Ángel: “María ha concebido por obra del Espíritu Santo”. Y José cree lo imposible, igual que María en la Anunciación creyó lo imposible. Ambos creyeron que para Dios no hay nada imposible. Así, el Salvador del mundo se había hecho Hombre, sin intervención de varón, por obra del Espíritu Santo, en el seno de la Virgen anunciada por el Profeta Isaías. ¡Misterio inmenso, increíble, insólito! Y José acepta, en humildad y en obediencia, ser esposo terrenal de la Virgen Madre y ser padre virginal del Hijo de Dios. Ya María había aceptado que se hiciera en Ella según lo que Dios deseara, declarándose “esclava del Señor”: “Yo soy la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”. Estamos ante San José, esposo virginal de la Virgen-Madre, la persona que Dios escogió como padre terrenal de su Hijo. Y vemos en él virtudes que podemos imitar para que el misterio de la salvación, que ese Niño vino a traernos, pueda realizarse en cada uno de nosotros: Fe por encima de las apariencias humanas. Humildad para aceptar sin cuestionar los designios de Dios. Obediencia plena a los planes de Dios. Entrega absoluta a la Voluntad Divina. Todas éstas son virtudes que observamos en San José y en la Virgen. Todas éstas son virtudes que nos preparan para la próxima venida del Señor. Todas son virtudes que podemos tener si nos abrimos a las gracias que Dios nos da en todo momento, pero especialmente en este tiempo de preparación para la Navidad. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

LA INSPECTORA LAVINIA QUIROZ MARTÍNEZ Y LA CRISIS DE LA EDUCACIÓN.

1.- Cuando llegué a ejercer como profesor de Religión y Filosofía al Liceo Manuel Montt de San Javier, hace unos meses, me llamó la atención la figura señorial, aunque pequeña, y sobre todo, la voz imponente, pero a la vez femenina de una inspectora de pasillo: Lavinia Quiroz Martínez. Parecía una jubilada de carabineros o de las fuerzas armadas. (jajajaja). Pude compartir con ella momentos preciosos de confianza y sobre todo sentí su apoyo en mi trabajo docente. Al querer destacarla en este comentario lo hago por su mismo valor personal, esto significa que no la comparo con otro inspector o inspectora. Un valor auténtico no necesita denigrar a nadie. Hay muchas formas de ser un buen inspector en un colegio. Una buena fama no reposa sus pies sobre el “cadáver moral” de un colega. Lavinia es por sí misma su propia carta de recomendación. 2.- La disciplina es parte de una formación integral. Los valores obviamente no se aprenden en forma exclusiva en el hogar o en el aula, etc. están presentes o ausentes en toda la comunidad escolar. Específicamente se aprecian en los pasillos y patios donde la autoridad de un inspector es fundamental. El manejo de un curso está insertado en todo el contexto de una escuela o liceo. La coordinación profesor-inspector es cada vez más necesaria. Hay dos razones a lo menos: a) las reglas internas se han diseñado para facilitar el hecho educativo y esto debe ser entendido con claridad y asumido por toda la comunidad educativa. No basta dar a conocer las normas, hay que hacerlas cumplir y para esto se necesita un control y sanciones específicas de parte del docente, inspector y Dirección. b) la función disciplinaria de un inspector tiene que ser efectiva para complementar el trabajo docente. Tal vez se necesitan más inspectores especializados para “controles definidos”: por ejemplo, quitar los celulares, guardarlos, llamar a los apoderados para entregar los celulares de alumnos(as) sancionados, etc. Lo digo en general, pensando más allá de los espacios educativos formales que conozco. La inspectora Lavinia, cumple sus funciones de una manera notable. Su labor es reconocida por sus iguales y por los alumnos(as) más maduros y lúcidos. En general, por toda la comunidad escolar. 3.- El inspector es un “educador valórico” que no está en el aula, pero opera muy cerca de esta. Insisto, se necesita un trabajo básicamente concordante y afín. En esta situación, Lavinia inspira respeto, los educandos saben que ella tiene razón, pero muy pocos lo dicen, pero de alguna manera lo expresan. Es una isla en medio de la crisis de autoridad que afecta a las nuevas generaciones que llegan a las aulas del Liceo Manuel Montt. No son pocos los estudiantes que no logran incorporar en su ethos el respeto sincero a la autoridad de un profesor o inspector. Más bien han instalado en el colegio la crisis de autoridad de sus propios hogares y sociedad civil. Pero, personas como Lavinia, demuestran que es posible orientar a las nuevas generaciones con reglas claras asumidas en todas sus posibilidades. 4.- Las medidas técnicas en el área de la educación que proponen los programas de gobierno hoy en pugna, parecen acertadas desde los respectivos criterios que aplican. Pero, hay un vacío que es propio de estos tiempos post-modernos: el desprecio de lo valórico, en sentido real. Una educación diseñada desde las matemáticas como el núcleo supremo del pensamiento sistemático no tiene la misma amplitud que un proyecto educacional que se piensa desde un “pensamiento de totalidad”. La filosofía de la educación en democracia, por ejemplo, supera la parcialidad matemática. Lo que está en crisis es esta “ilustración pragmático-racionalista” que tuvo su suma gloria en la mayor parte del siglo pasado y hoy fomenta ideologías de la apariencia, por no decir de la mentira ideológica: ejemplo, aparentar que se está construyendo otro modelo radicalmente diferente al neo-liberalismo global vigente y con insidia o negligencia no se fomenta una cultura alternativa al consumismo individualista, etc. Los discursos políticos neo-liberales y del socialismo mercantilista actual, segregan esta “peste” de las post-utopías que flotan en el consumismo individualista de hoy: la cantidad sobre la cualidad, el tener sobre el ser, etc. Todas las reformas que se proponen en educación, serán profundas y todo, porque introducen mecanismos nuevos, pero la “levadura” que “fermenta la masa es la misma”, es más de lo mismo. Lo seguro es que se producirá una repartición de puestos burocráticos de control, intentando siempre favorecer a personas de la misma ideología, cercanía, etc. Bachelet, por ejemplo, no prefigura un proyecto de sociedad solidaria realmente y efectivamente alternativo al sistema imperante. Es simplemente, una “simpática administradora” que podrá negociar algunas “holguras” para los menos favorecidos del sistema, algunos le dicen “reformas profundas”, pero la clase dominante en Chile no dejará de funcionar macro-económicamente. Hoy más que nunca reforma significa “camuflaje”. Se necesitan cambios radicales, realmente revolucionarios. ¿No son posibles hoy? Entonces, no hay que inflar tanto “el vientre de la bestia” porque reventará y esta vez no se trata de una demagogia más en medio del mercado electoral. 5.- En este macro-marco la figura de Lavinia, parece desaparecer o ¿qué tiene que ver? No es así. Ella representa un valor auténtico que tenemos ahora mismo, no es una promesa política discursiva. Es un factor concreto que hoy mismo está presente en forma activa, como recurso humano para hacer posible un cambio educativo real. Necesitamos rescatar lo valioso que aporta esta mujer a simple vista pequeña, pero valóricamente grande. Tiene autoridad y valor para ser ella misma. Tal vez, en un contexto donde tiene que interactuar con alumnos(as) bastante “atrevidos, groseros e irrespetuosos” porque están heridos de alguna manera en sus “frágiles almas”, su voz se hace más gruesa y severa, pero, los alumnos y alumnas que han logrado conocer algo de su corazón, saben que es una mujer sensible y una buena madre y sus consejos son sabios y precisos. Un abrazo estimada inspectora Lavinia, nunca olvidaré que usted me recibió con respeto e hizo que me sintiera un profesor con dignidad. ¡MUCHAS GRACIAS! Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

jueves, 14 de noviembre de 2013

POEMA POLÍTICO PARA ESTE DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE 2013... JUEVES, 14-11-2013. AUTOR: MARIO ANDRÉS DÍAZ MOLINA-.

POEMA POLÍTICO PARA ESTE DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE 2013... JUEVES, 14-11-2013. AUTOR: MARIO ANDRÉS DÍAZ MOLINA-. ¡PASAN LOS RESTOS DE MARCHAS DE OTROS TIEMPOS! PASAN CON SONRISAS FANTASMALES Y SALUDOS DE CARTÓN Y HUMO, PIDIENDO VOTOS CON DISCURSOS GASTADOS, CON OLOR A PRÓCERES Y MUERTOS SAGRADOS. MIENTRAS EL CONSUMISMO LES CARCOME LOS HUESOS. ¡SON DESPOJOS DE LUCHAS QUE NO HAN SABIDO SEGUIR GANANDO! SON MUERTOS VIVIENTES QUE VIVEN DE LA SANGRE Y CARNE DE QUIENES NO SABEN QUE MUCHOS DE LOS NUEVOS LÍDERES VOTARÁN NULO O NO IRÁN A VOTAR POR ESOS MUERTOS QUE APARENTAR ESTAR VIVOS Y SER CRISTIANOS Y DEMÓCRATAS. ALGUNOS MUERTOS VIVIENTES NO PUEDEN RECORDAR, ESTÁN MUERTOS, QUE LOS QUE GOBIERNAN NO SON LOS QUE DICEN QUE GOBIERNAN NI OTRO TIPO DE SIRVIENTES DEL SISTEMA. LOS AMOS DEL MUNDO Y DIOSES DEL MERCADO NO NECESITAN DE ELECCIONES, DICEN ESTE ES EL LÍMITE Y PUNTO; LAS SONRISAS SEUDO-CARISMÁTICAS SE CONGELAN Y SE ACABARON LAS REFORMAS RADICALES Y ESO ES TODO.

domingo, 15 de septiembre de 2013

ensdayo

ENSAYO LITERARIO-SOCIAL LA DIALÉCTICA SOCIAL EN LA “REGLA DE ORO”. 1.- Queremos reconocer una vez más, la validez ética y moral de la Regla de Oro, para luego hacer una breve lectura socio-ética de nuestra sociedad actual, tensionada por los intereses dominantes que reducen a los pueblos a ser meros productores y consumidores de bienes que tienen como destino final el enriquecimiento de minorías explotadoras y depredadoras que han perdido el sentido social y ecológico de lo humano. Por un lado están los que funcionan como los dueños del planeta y por otro lado están los habitantes de la tierra que no pueden construir una nueva sociedad centrada en la persona y su vida trascendente, produciéndose un conflicto más que milenario que nutre la historia de todos los pueblos. Es en la denuncia de los abusos y explotación, donde está configurada la utopía de esta nueva forma de convivencia más fraternal y justa, pues lo que se cuestiona es el “acaparamiento del bienestar” por unos pocos, la imposición de leyes opresivas, la falta de una real participación en los asuntos públicos, la existencia de clases sociales dominantes abusivas, la utilización de la cultura, educación y religión para justificar la explotación del hombre por el hombre, etc. En medio de este drama nos preguntamos: ¿Qué tan válida es la Regla de Oro? ¿Qué tan universal es? ¿Qué es la Regla de Oro? No pretendemos dar respuestas complejas, es más bien una visión de lo esencial de este conflicto. 2.- En la colección de citas y frases célebres se denomina también a “La Regla de Oro, como la Regla Dorada o la Ética de la Reciprocidad es la moral común que une las grandes religiones y que constituye el gran patrimonio de la humanidad” . Para ello hay un respaldo de las siguientes citas bibliográficas: Citas por libro: Evangelio - Jesucristo –San Pablo. "Por tanto, todas aquellas cosas que quisierais que los hombres os hagan, obradlas asimismo con ellos: pues ésta es la ley y los profetas". Mateo 7:12 "También, así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, háganles de igual manera a ellos". Lucas 6:31. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará". Gal.6:7 Analectas de Confucio. En respuesta a la pregunta "¿Hay algún valor de acuerdo con el cual pueda actuarse a lo largo de la vida?", Confucio respondió: "El dicho acerca de la consideración: Nunca obres con los demás lo que no quieras que obren contigo". 15:23 Mahabharata "No debería comportarse de forma que sea desagradable para uno mismo: ésta es la esencia de la moralidad". XIII, 114, 8. "No hagas a los demás lo que no es bueno para ti." XIII, 115, 22. Escrituras budistas "Un estado que no sea agradable o placentero para mí, tampoco lo será para él; y ¿cómo puedo imponer a los demás un estado que no me resulta agradable ni placentero para mí?" Sanyutta Nikaya V, 353.35-342.2. Escritos zoroastrianos, Gãthãs "Lo que es bueno para todos y para uno, para quien quiera: eso es bueno para mí. (...) Lo que sea bueno para mí, eso mismo debería juzgarlo para todos". 8ª Gãthã, Yasna 43:1. Libro de Tobías, Antiguo Testamento "Lo que no desees para ti, no lo hagas con los demás" 4.15 Talmud "No obres con los demás aquello que no desees que obren contigo." Rabino Hillel, Shabbat 31a. Corán "Ay de los que escatiman, esos que, cuando se miden con la gente, dan la medida completa, más cuando miden o pesan para ellos, la soslayan." 83:1-3, Muhammad Hadiz de Al-Bukhárí "Ninguno de vosotros tiene fe si no desea para su hermano lo que desea para sí". Al-Bukhárí, Citado en Maulana Muhammada 'Ali, A Manual of Hadith, cap. II, nº9. Palabras Ocultas "¡Oh, hijo del Espíritu! En verdad, has de saber, que quien exhorte a los hombres a ser justos en tanto que él mismo cometa iniquidad no es de los Míos, aunque lleve Mi nombre (...) ¡Oh hijo del Ser! No atribuyas a ningún alma lo que no desearías que te atribuyesen a ti, ni digas lo que no haces. Éste es Mi mandamiento para ti, cúmplelo”. Árabe 28-29. Bahá'u'lláh Kalimát-i-Firdawsiyyih "Escoge para tu prójimo lo que escoges para ti mismo". Tablas 6:20. Bahá'u'lláh Kitáb-i-Íqán "No debería desearles a los demás lo que no desee para sí, ni prometer lo que no haya de cumplir." 215. Bahá'u'lláh Súratu'l-Mulúk "No cargues ningún alma con lo que no desearías que cargasen sobre ti, ni le desees a nadie ninguna de las cosas que no deseáis para vosotros mismos". Pasajes 66:8. Bahá'u'lláh Kitáb-i-Aqdas "No deseéis a los demás lo que no deseéis para vosotros mismos". Kitáb-i-Aqdas 148. Bahá'u'lláh El mensaje de Silo "Cuando tratas a los demás como quieres que te traten te liberas" El Mensaje de Silo, El Libro, Cap. XIII "Los principios", Principio 10 "Nos proponemos dar creciente cumplimiento a esa regla que nos recuerda tratar a los demás como queremos ser tratados" El Mensaje de Silo, La Experiencia, Ceremonia de Reconocimiento "Aprende a tratar a los demás del modo en que quieres ser tratado" El Mensaje de Silo, El Camino, Parrafo 5°. 3.- Para nosotros está suficientemente demostrado que la Regla de Oro tiene una validez universal. Pero, lo que nos interesa mencionar aquí, sin pretender decir algo nuevo, es que siendo tan reconocida es también ignorada o transgredida con suma facilidad o se hace ilusoria en una sociedad de clases dominantes y clases subordinadas o explotadas. No es una novedad que un rico y poderoso abuse de su posición social y poder. Este es un hecho social permanente que no necesita ser demostrado, porque es demasiado evidente. Con todo lo dicho, no buscamos demostrar con estas reflexiones, la validez de un análisis estructural-dialéctico de lo social y tampoco podríamos demostrar lo contrario. Porque, sería necesario realizar otro tipo de análisis u investigación que está fuera de nuestro propósito. Pero, es notable redescubrir una y otra vez el conflicto que se da entre los que tienen mucho poder y bienes y los que luchan por sobrevivir en medio de un sistema opresivo. En esta situación hay sin duda una dialéctica social permanente. Es un dato empírico. 4.- Dos siglos antes de Cristo, Jesús, hijo de Sirac, escribió en Sirácides 13, 1-24: “El que toca la pez, se mancha, el que convive con el orgulloso, se hará como él. No tomes sobre ti carga pesada, con el más fuerte y rico que tú no convivas. ¿Por qué juntar cántaro con caldero? Este le chocará y aquél se romperá. El rico agravia y encima se envalentona, el pobre es agraviado y encima ha de excusarse. Si le eres útil, se servirá de ti, si eres torpe, te abandonará. Si tienes algo, vivirá contigo, y te despojará sin fatigarse él. ¿Ha menester de ti? Tratará de engañarte, te sonreirá y te dará esperanzas; buenas palabras te dará y dirá: “¿Qué te hace falta?” Te avergonzará en sus festines, hasta despojarte dos, tres veces, y para terminar se burlará de ti. Después, si te ve, te dejará a un lado, y meneará la cabeza ante ti. Guárdate de dejarte engañar, y de ser humillado por estúpido. Cuando te llame un poderoso, quédate a distancia, que tanto más te llamará. No te presentes por ti mismo, no sea que te rechace, ni te quedes muy lejos, para no pasar inadvertido. No pretendas hablar con él de igual a igual, ni te fíes de sus muchas palabras. Que con su mucho hablar te pondrá a prueba, como quien pasa el rato, te examinará. Despiadado es quien no guarda tus palabras, no te ahorrará ni golpes ni cadenas. Observa y ponte bien en guardia, porque caminas junto a tu propia ruina. Todo viviente ama a su semejante, y todo hombre a su prójimo. Todo animal según su especie se une, a su semejante se adhiere el hombre. ¿Cómo podrá convivir lobo con cordero? Así el pecador con el piadoso. ¿Qué paz puede tener la hiena con el perro? ¿Qué paz el rico con el indigente? Caza de leones son los onagros en el desierto, así los pobres son presa de los ricos. Abominación para el orgulloso es la humildad, así para el rico es abominación el pobre. El rico que vacila es sostenido por sus amigos, al humilde que cae sus amigos le rechazan. Cuando el rico resbala, muchos le toman en sus brazos, dice estupideces, y le justifican; resbala el humilde, y se le hacen reproches, dice cosas sensatas, y no se le hace caso. Habla el rico, y todos se callan, y exaltan su palabra hasta las nubes. Habla el pobre y dicen: “¿Quién es éste?” y si se equivoca, se le echa por tierra. Buena es la riqueza en la que no hay pecado, mala la pobreza al decir del impío”. Este es un texto inspirado que refleja la experiencia vital de los sabios de Israel, la sapiencia del Antiguo Testamento. 5.- Para nosotros está suficientemente demostrado que hay un conflicto social en la base misma de la historia humana. Hay intereses contrapuestos. “así los pobres son presa de los ricos” como lo dice Jesús, hijo de Sirac. Esto significa que vivimos condicionados por diversos conflictos que nos tensionan y nos hacen enemigos de clase, enemigos ideológicos, incluso la misma espiritualidad religiosa se contamina con nuestras odiosidades y fanatismos que reniegan del sentido mismo de la “religación espiritual”: el amor al prójimo como a sí mismo y a Dios como fuente de todo amor. De acuerdo a esta situación existencial podemos deducir que un análisis lúcido de este conflicto que está en la dinámica misma de nuestra existencia humana personal y colectiva es pertinente en la medida que establece las líneas gruesas de este proceso de desamor y desencuentro. 6.- Nos preguntamos: ¿Tiene sentido promover como criterio ético-social la Regla de Oro para asumir este conflicto social que se redescubre una y otra vez? 7.- Algo tan simple como es la Regla de Oro: “haz a los demás lo que tú quieres que te hagan a ti” o “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”, es a la vez algo tan profundo y radical que una mente humana alienada o perdida en una insensibilidad individualista, no puede comprender y ni siquiera entender toda la carga negativa que conlleva tratar al Otro como inferior y no como a un igual o prójimo. No necesitamos esperar siglos de desarrollo filosófico o cultural-religioso para experimentar en nuestra vida concreta que el amor al prójimo como a sí mismo es un fundamento que al ser realmente asumido haría de nuestras sociedades, ambientes de fraternidad, de libertad y solidaridad. Y en nuestra Iglesia este amor realmente asumido, superaría los restos de autoritarismo clerical que tanto daño están causando en estos momentos en nuestra Iglesia Católica. Porque los bienes se pueden poseer en un ambiente solidario sin perder lo personal o sin anular a la persona frente a la colectividad y la autoridad se puede ejercer sin prepotencia ni privilegios principescos. 8.- Si esta Regla de Oro se aplicara en todas sus posibilidades en nuestras estructuras sociales, políticas, económicas y culturales nuestros problemas serian otros. Es en la posibilidad que tiene un hombre o una mujer de ser más humanos y superar las alienaciones del individualismo deshumanizador, donde se encuentra en toda su realidad el misterio del Ungido que reintroduce en el seno de la humanidad una situación de salvación aceptada desde la libertad más radical de la persona. El Ungido, encarnado en una mujer y esencialmente a través de ella encarnado en toda la humanidad, en la medida que ningún ser humano es intrínsecamente perverso, hace posible que la historia cotidiana íntima y pública sea en todos sus momentos una historia de salvación que puede ser negada o aceptada libremente. 9.- De todos los condicionamientos que fijan las posibilidades humanas, el que produce Dios es el que siempre supone el pleno ejercicio de la libertad humana. ¿Podemos ignorar el condicionamiento que significa para nuestro desarrollo personal la realidad de nuestro temperamento estructuralmente biológico? ¿Podemos ignorar el condicionamiento sociocultural donde hemos nacido, crecido, envejecido y algún día moriremos? ¿Seriamos los mismos si hubiésemos nacido en otra época y en medio de otro grupo étnico? Entonces ¿existe la libertad? Es en medio de este mismo contexto donde podemos encontrar una o varias respuestas a esta pregunta. Porque no es lo mismo protestar, por ejemplo, en una dictadura como la que está instalada en China comunista, donde una protesta estudiantil termina en una masacre o en el Chile de hoy, donde a pesar de todo, se puede reclamar, protestar públicamente y no amanecer muerto flotando en un rio, como lo fue durante la dictadura de Pinochet. Son hechos como estos u otros los que demuestran que hay espacios de libertad en la vida personal y colectiva que debieran hacen la diferencia principal entre una democracia basada en la tolerancia y respeto a la diversidad y un sistema político totalitario basado en la exclusión. Sin embargo, este tema no es tan simple, porque la libertad tiene otros aspectos más ontológicos, que no trataremos aquí en todas sus posibilidades. Pero, queremos afirmar que la libertad interior es fundamental para poder hablar de una persona capaz de generar hechos históricos y sociales con un significado existencial temporal y trascendental. Este aspecto sobre la libertad es muy relevante para continuar estas reflexiones que rescatan el valor relativo de un análisis dialéctico de nuestra convivencia y existencia personal. Dios respeta esta libertad, incluso en la misma encarnación de su Hijo, el Ungido, el Cristo. La libertad es esencial en la historia de la salvación de la humanidad. 10.- Cuando la Regla de Oro es anulada por el individualismo de los grupos de poder, se produce una situación de injusticia que repercute en todo el conjunto de la sociedad. El hombre común, la mujer sencilla de nuestras poblaciones marginales, nuestros campesinos y jóvenes que no siempre han tenido una formación crítica para apreciar y darse cuenta de lo que está pasando en nuestra sociedad; ven con mucha claridad la injusticia que está implicada en sus sufrimientos, explotaciones y abusos que padecen de parte de las minorías poderosas de este mundo. Estas personas ven como algunos se disfrazan de pobres y desde templos de mármol ubicados en el centro mismo de los barrios de la clase dominante, predican un espíritu de pobreza que está en la punta de la lengua, pero no en la vivencia cotidiana de estos predicadores anacrónicos por no decir alienados. La pobreza real de miles de personas que viven en casas húmedas, con sueldos miserables, con problemas de salud y diversos sufrimientos como enfermedades terminales que no pueden atenuar porque no tienen el dinero suficiente para comprar alguna droga que disminuya el dolor, clama al cielo (que algunos se ufanan de no mirar para poder ver, según ellos, la realidad temporal) y denuncia a los que se han enriquecido aplastando a miles de personas. En estos momentos en Chile hay unas 400 familias que reúnen todo el poder económico del sector privado y que determinan en buena medida la política nacional. ¿Qué importancia puede tener que esta gente crea en un Dios que sea amor y toda bondad? ¿Qué le podría decir esta pretendida creencia religiosa a los chilenos(as) más pobres, incluso que viven en la extrema pobreza y que se sienten maltratados por la vida y olvidados por un Dios amor? Esto lo vio muy bien san Francisco en el siglo XIII, y siendo hijo de un rico mercader o comerciante burgués se hizo pobre con los pobres, no se disfrazo de pobre. La Iglesia de hoy necesita el reflorecimiento de un franciscanismo auténtico que le cambie no tan solo el rostro sino la praxis de muchas de sus áreas pastorales y sobretodo el cambio espiritual y ético de muchos que han hecho de las practicas rituales una mera apariencia que no tiene nada de autentico espíritu de pobreza. Sin embargo, no podemos desconocer los diversos testimonios de vidas solidarias que están presentes en la Iglesia Contemporánea. Conclusiones: 11.- Frente al sistema global que todo lo está invadiendo como un nuevo imperio que busca reemplazar al ciudadano por un consumidor idiotizado ¿Que podemos hacer los que queremos subordinar el tener al ser? Primero, no podemos renunciar a esta convicción que emerge de la exigencia misma del proyecto de vida cristiana: las personas son el centro de la vida social; Segundo, la autenticidad de nuestra vivencia de fe, está expresada en la Regla de Oro, como dimensión política del amor al prójimo que nunca puede desaparecer de la existencia cristiana. Tercero, el fruto histórico de la contemplación que se vive en los Monasterios Carmelitas u otras espiritualidades contemplativas es la fraternidad y solidaridad que va creando nuevas formas de unidad, que buscan realizar el bien común que siempre se preocupará que la dignidad de las personas sea respetada, haciendo efectivo los derechos humanos y el acceso a mejores condiciones de vida que a medida que sean más humanas, más justas y más comunitarias, harán posible el desarrollo de una cultura del Espíritu que busca la plenitud y la felicidad de todos los hombres y mujeres que viviendo la Regla de Oro en todas sus posibilidades preparan la venida definitiva del Reino de Dios. 12.- Nuestra breve conclusión es: Promover como criterio ético-social la Regla de Oro para asumir el conflicto social que se redescubre una y otra vez, tiene sentido asumiendo el Evangelio como una propuesta de liberación histórica que nos lleva a una nueva convivencia que busca superar el dominio de clases, plenamente realizada en la comunión plena con Dios, más allá de la historia. Es un proceso humano y divino, abierto, plural, tolerante y siempre perfectible. Mario Andrés Díaz Molina. Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

sábado, 3 de agosto de 2013

NO PODEMOS VIVIR SIN LO EFÍMERO, PERO SOLAMENTE EN DIOS ENCONTRAMOS EL FUNDAMENTO ABSOLUTO DE NUESTRAS VIDAS.

NO PODEMOS VIVIR SIN LO EFÍMERO, PERO SOLAMENTE EN DIOS ENCONTRAMOS EL FUNDAMENTO ABSOLUTO DE NUESTRAS VIDAS. 1.- Decir que los bienes materiales no valen nada, es falso. Vivimos, respiramos en el mismo vientre de la materia. Lo temporal, lo efímero penetra nuestra existencia cotidiana, nos impulsa a trabajar, a establecer derechos y deberes, etc. Nuestra historia se escribe en el tiempo y Dios mismo se hizo hombre para habitar entre nosotros. Existimos entre un polo material y un polo espiritual y nuestra existencia humana sobre lo material genera los bienes culturales que superan lo material sin destruirlo o negarlo. Después de satisfacer el hambre y otras necesidades que posibilitan seguir viviendo, se hace posible aspirar a otros valores superiores; después de establecer la justicia social, florece la paz y fraternidad por sobre las diferencias sociales que no suponen la explotación y el abuso del prójimo. Toda espiritualidad se desarrolla sobre lo material, sobre lo corporal y lo económico. 2.- En Qo. 1, 2; 2, 21-23 (Eclesiastés) se habla de lo efímero, de lo transitorio de la vida humana. Pero, no se habla de un desprecio por lo temporal. “Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. Hay quien se agota trabajando y pone en ello todo su talento, su ciencia y su habilidad, y tiene que dejárselo todo a otro que no lo trabajó. Esto es vana ilusión y gran desventura. En efecto, ¿qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos y afanes bajo el sol? De día dolores, penas y fatigas; de noche no descansa. ¿No es también eso vana ilusión?”. Este libro escrito 200 años antes de Cristo, con sumo realismo nos describe lo pasajero del placer, del bienestar, del poder, etc. pero, tiene claro que no podemos dejar de vivir en esta fragilidad existencial. Esta reflexión apunta a la necesidad humana de encontrar una “vitalidad absoluta” o una verdad que no esté sometida a la ley de lo mudable. Toda la Biblia nos habla de la presencia permanente de Dios en la historia del mundo. Dios no es una mera creencia, está presente en la misma respiración del ser humano. El hombre y mujer son libres para querer crecer en lo espiritual o trascendental y encontrarse y reconciliarse con Dios, porque no están determinados como los animales, que solamente funcionan en base a instintos no-libres, sin conciencia moral. Pero, la iniciativa salvífica que hace posible este encuentro con Dios, es primero divina y después una respuesta humana activa. 3.- El cristianismo es un humanismo existencial que no niega lo divino para afirmar lo valioso del hombre y de su historia. La experiencia cristiana como sabiduría es una valoración permanente de la realidad secular, de la vida, etc. donde la escala de valores tiene como centro y supremo valor a Dios que se hizo tangible en la encarnación del Verbo, de Cristo. En Col. 3, 1-5. 9-1 Pablo nos invita muy claramente a ocuparnos “de los bienes de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios”. San Pablo insiste: “Pongan todo el corazón en los bienes del Cielo, no en los de la tierra”. Este “poner el corazón” es centrar toda la vida en la presencia de Dios que nutre nuestra existencia de sentido y felicidad: somos creaturas e hijos adoptivos de Dios, por Cristo, el Hijo. 4.- El evangelio de Cristo, insiste siempre en nuestra necesidad de Dios. Todo lo creado es bueno y el hombre y mujer necesitan de los bienes temporales. Pero, darle un valor absoluto a los bienes materiales o humanos es un “desorden radical” que nos separa de Dios, único ser que puede pedir todo al hombre y mujer, porque es el único creador y salvador absolutamente necesario para la existencia del ser humano. Acumular bienes y poder para sí mismo, es un mal muy presente en la vida de los hombres y mujeres de todos los tiempos. El consumismo egoísta de bienes temporales es un mal antiguo. Hoy es un pecado social de la economía de mercado dominada por grupos de poder que no consideran a las personas como prójimos o hermanos, sino como consumidores y meros productores de bienes de consumo. En Lc. 12, 13-21 se dice: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea” .Un hombre tenía como un proyecto central de su vida: acumular una cosecha abundante y para esto quería construir un granero más grande que el que tenía. “Pero Dios le dijo: ¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes? “Esto mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”. 5.- “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura” (Mt. 6, 33). “No acumulen tesoros en la tierra... Reúnan riquezas celestiales que no se acaban... porque donde están tus riquezas, ahí también estará tu corazón”. (Mt. 6, 19-21 y Lc. 12, 33-34). Estos textos han sido usados para intentar acallar los legítimos reclamos de los pobres, por quienes no sufren las necesidades de la pobreza dura. Hoy hacen mucha falta, agentes pastorales que vivan realmente “el espíritu evangélico de pobreza” que enseñen con testimonio sincero, una vida solidaria abierta a lo divino. 6.- Cantemos con el Salmo 89. Señor, ten compasión de nosotros. “Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como una breve noche. Nuestra vida es tan breve como un sueño semejante a la hierba, que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. Enséñame a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras”. Esta petición es fundamental en la fe cristiana: “Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos”. El cristianismo no es un “platonismo popular” que desprecia lo temporal o material. El cuerpo no es la “cárcel del alma”. Lo que nos enseña el único Hijo de Dios encarnado, Jesucristo, es que lo temporal, lo material, lo humano separado de Dios, nunca podrá ser equivalente a Dios: solamente Dios es el fundamento, centralidad y finalidad de la vida humana. Lo temporal tiene su sentido en esta centralidad divina. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

viernes, 5 de julio de 2013

IGLESIA MISIONERA: CREYENTES Y TIEMPOS POST-ECLESIÁSTICOS.

IGLESIA MISIONERA: CREYENTES Y TIEMPOS POST-ECLESIÁSTICOS. 1.- Los católicos son en realidad una minoría. Responder a un censo que registra el número de católicos que hay en Chile, es casi un mero dato, porque hay una dicotomía entre vida y fe en la gran mayoría de los que se dicen católicos. La secularización creciente y agresiva en algunos casos que vive Chile actualmente, fomentada por sectores políticos y culturales y en general por los medios de comunicación social; contrasta con una Jerarquía Eclesiástica más bien pasiva y reactiva y que en sus documentos y acciones sobre temas valóricos, por ejemplo, apela más bien a los poderes establecidos para intentar detener proyectos de leyes y anti-valores que vienen con esta secularización hostil a la moral católica. No se parte en este tema, de un encuentro vivo y personal que supone el respeto a la conciencia de las personas, que pueden discrepar. Miles de chilenos que se dicen católicos no tienen mucha claridad sobre los llamados temas valóricos. ¿Hay un trabajo de educación valórica masiva y de calidad? Se ha criticado la calidad de la educación en Chile. Dentro de esta crítica hay que incluir la educación moral y religiosa formal e informal de la Iglesia católica chilena. ¿Se ha hecho una evaluación objetiva y responsable de esta área? Hay que rescatar lo bueno siempre. Pero, estas preguntas son muy válidas. Hay demasiadas catequesis que se reducen a dinámicas y sobre todo falta formación en no pocos catequistas. Es muy notoria la confusión que hay en muchos católicos sobre el ecumenismo o diálogo inter-religioso que se confunde con un sincretismo o relativismo religioso. 2.- En medio de la crisis de la post-modernidad, el testimonio de vida de un cristiano se hace vital. Sin pretender una unanimidad nacional para fortalecer los valores cristianos, es posible establecer mayorías que asuman estos valores para ir renovando la vida moral privada y pública. Cada cristiano es un misionero y el diálogo con el prójimo que piensa de otra manera es un procedimiento de acuerdo a estos tiempos que son de tolerancia y respeto a la diversidad. El mundo actual necesita conocer como los cristianos abordan los problemas valóricos que atormentan a muchas personas. Frente al materialismo y al consumismo que todo lo hacen superficial y desechable, el hombre y mujer de hoy anhelan encontrar una paz profunda y una plenitud que sean fruto de una verdad que no se pueda relativizar y que sea el centro de la vida. El relativismo y subjetivismo en los temas valóricos no dan una seguridad en el fondo del ser. El cristiano de hoy tiene la misión de demostrar vitalmente que la vida religiosa no es culposa. Sentirse pecador no es lo mismo que sentirse culpable sin poner acudir a un Padre Misericordioso que purifica y restaura la alegría de vivir. El mundo post-moderno necesita conocer el gozo espiritual de cristianos que viven la alegría prometida a Jerusalén en Is 66, 10-14. “Alégrense con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria. Porque dice el Señor: "Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria de las naciones como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas; como un hijo a quien consuela su madre, así Yo los consolaré a ustedes. Por Jerusalén serán ustedes consolados. Cuando ustedes vean todo esto, les saltará de gozo el corazón y su cuerpo rejuvenecerá como la hierba. La mano de Yavé se dará a conocer a sus servidores y hará que sus enemigos vean su enojo” 3.- Nuestros tiempos no son post-cristianos, son más bien post-eclesiásticos. La Iglesia no es un poder de unos pocos sobre una masa de gente que no tiene iniciativa sino solamente tiene que obedecer. Una religión de sometimiento hoy es incompatible con los valores del Evangelio que liberan y ponen todas las formas de autoridad o poder en un contexto de fraternidad y respeto a la dignidad de las personas. La Iglesia, pueblo de Dios, está llamada a ser un modelo de servicio para todos los pueblos y poderes de la tierra. Su Jerarquía espiritual no está fundada en apetitos de poder ni en el sometimiento de la conciencia personal. No hay una superioridad de unos cristianos sobre otros cristianos. El ministerio no hace superior a nadie. San Pablo, dice en Ga 6, 1-16 “No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Porque en Cristo Jesús de nada vale el estar circuncidado o no, sino el ser una nueva creatura. Para todos los que vivan conforme a esta norma y también para el verdadero Israel, la paz y la misericordia de Dios”. No hay ningún rito que haga superior a nadie en la Iglesia. Hoy menos, con la creciente conciencia sobre la dignidad humana, que la misma Iglesia promueve. 4.- En Lc 10, 1-12.17-20 se nos dice que Jesús envió a 72 discípulos de dos en dos a anunciar el Reino, sanar enfermos, expulsar demonios y otros signos de salvación a las aldeas y lugares de Israel. Sabemos que en la tradición judía las naciones de la tierra eran 72. Este envío es un anticipo de una misión universal de la Iglesia. Leyendo con una buena exégesis este texto del evangelio de Lucas, podemos concluir que hoy necesitamos una Iglesia misionera, con gestos liberadores concretos, con testimonios de vida cristiana y tolerancia, dejando a Dios el juicio definitivo de la historia de los pueblos. Necesitamos una Iglesia que asuma estos tiempos de tolerancia y diversidad y enseñe con claridad su doctrina sobre el diálogo con el mundo actual y con humildad diga cuales son los límites de la tolerancia para un cristiano y promueva una educación por sobre un adoctrinamiento en los temas valóricos. Esto se hace hoy y está en el Concilio Vaticano II. 5.- Cantemos con el salmo 65. Las obras del Señor son admirables. “Que aclame al Señor toda la tierra; celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable" Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos Tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. El transformó el mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: El Señor es eterno y poderoso. Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia” Los salmos no le cantan a situaciones ilusorias, la fe se vive en la realidad terrestre y transforma esta realidad, es nuestra misión en este mundo post- moderno aparentemente ganado por las fuerzas del mal y el anti-cristianismo. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

sábado, 29 de junio de 2013

RENOVAR LA VIDA DE FE O ADMINISTRAR TEMORES Y SUPERSTICIONES.

RENOVAR LA VIDA DE FE O ADMINISTRAR TEMORES Y SUPERSTICIONES. 1.- Elías es el profeta por excelencia. Prototipo del profetismo de todos los tiempos. Fue llamado por Dios. Su autenticidad se refiere a la fidelidad que asumió para anunciar y denunciar según el Plan de Dios. Sufrió persecuciones y momentos de peligro para su vida. Pero, vivió y murió en comunión con Dios. En 1Re 19, 16.19-21 se describe la elección de Eliseo como sucesor de Elías. Dios lo llama a través de Elías. 1Re 19, 16 "Unge a Eliseo, el hijo de Safat, originario de Abel-Mejolá para que sea profeta en lugar tuyo". Eliseo fue ungido en medio de su trabajo de agricultor. 1Re 19, 19 “Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de é1 trabajaban doce yuntas de bueyes y é1 trabajaba con la última. Elías pasó junto a él y le echó encima su manto”. Eliseo vive en familia, amando y creciendo en fidelidad a Dios en medio de los suyos y este amor fiel que también tiene como fuente el mismo amor de Dios, lo “hizo capaz de reconocer el llamado a ser profeta” 1Re 19, 20 “Entonces Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás de E1ías y le dijo: “Déjame dar a mis padres el beso de despedida y te seguiré". E1ías le contestó: "Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo''. Eliseo sacrificó sus dos bueyes, asó la carne con la madera de su herramienta de trabajo: su arado y comió con su gente. Estamos en una cultura religiosa, que cree en un Dios creador del mundo y sostenedor de este mundo creado. Este sacrificio tuvo un sentido de adoración a Dios. No fue un simple matar para hacer un asado como se usa hoy en nuestra cultura secularizada. Celebró con sus cercanos la fidelidad a Dios y se fue a vivir esta fidelidad, lo que había celebrado con los suyos en medio de la realidad donde ha vivido desde su infancia. Era un israelita fiel a la Alianza. Por lo mismo después predicaría a los israelitas la necesidad de ser fieles a este Pacto y anunciaría la justicia de Dios. 1Re 19, 21 “Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrificó, asó la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio”. 2.- Los profetas de Israel denunciaron la infidelidad a la Alianza, pero también la misericordia de Dios. Fueron testigos heroicos y consecuentes. El pueblo y clase dirigente se apartó muchas veces del culto al Dios verdadero cayendo en la idolatría y creencias vanas o supersticiones de origen pagano. Muchos practicaban en apariencia los ritos de la ley de Moisés. Los profetas pedían una renovación de la fidelidad a la Alianza. Los falsos profetas se caracterizaron por desmentir o contradecir las denuncias de los Profetas de Dios. Estos falsos iluminados, “administraron” las vanas observancias de Reyes, sacerdotes y del pueblo. Se beneficiaron de este fraude seudo-profético. Hoy no es muy diferente. Hay buenos agentes pastorales y malos líderes espirituales que administran los temores y supersticiones que alienan moral y espiritualmente al hombre y mujer de nuestro tiempo. Esto se hace en nombre de una libertad que está cada vez más separada de la ley natural. La libertad también se deforma y termina alienando. 3.- El liberalismo actual no sabe ubicar el valor de la libertad en el contexto de la realidad humana siempre relacionada con una fuente divina de la verdad. Desde esta deformación de la libertad no se puede comprender la necesidad de la iniciativa salvadora de Dios. La libertad por sí misma no es suficiente para encontrar la plenitud o el sentido de la vida y no puede estar sobre o en contra de la verdad moral. No decide que es lo malo o que es lo bueno. El mal o el bien no se definen por votación popular. El ser humano es libre de hacer el bien o el mal, con sus inevitables consecuencias. Esto es siempre posible: promover la verdad y el error, pero nunca serán equivalentes. Los falsos profetas crecen como cizaña en el campo de la democracia y la misma democracia establece los procedimientos para evitar perder la humanización lograda, evitando la violencia fratricida y causar más males mayores y en el fondo, esta tolerancia, que tiene sus límites, está entre los valores del cristianismo. San Pablo, en Gál 5, 1. 13-18 define muy bien lo que es la libertad. Es preciso cuando dice: Gál 5, 13 “Su vocación hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los otros por amor". Seremos fieles a nuestra fe cristiana, en la medida que nuestro testimonio de vida nos haga propagadores de semillas de renovación y purificación de lo que llamamos solidaridad, amor al prójimo, justicia, fraternidad, espíritu de pobreza, consagración a Dios, etc. esto es posible sí vivimos en comunión con Dios y su Iglesia, cuerpo místico de Cristo, que de alguna manera es también, toda la humanidad. 4.- Administrar los temores y supersticiones, es un auto-engaño que algunos agentes pastorales padecen de cara a la actual crisis religiosa que viven miles de creyentes, que se refugian en prácticas masivas de religiosidad popular. Miles asisten una vez al año a un santuario, pagan mandas, practican un ritual establecido, pero la vida moral, la imagen de Dios que mantienen en su interioridad no son fieles a la verdad cristiana. Pero, dejan mucho dinero, que se traduce en obras solidarias, según se dice y así será. Es más cómodo administrar no promover una renovación de esa religiosidad popular con la participación de los mismos fieles, sin imposiciones desde arriba. Reunir mucha gente en un santuario no es necesariamente un hecho que muestre una fe auténtica. Muchos van a estas celebraciones, pero “viven muertos entre los muertos”, es decir no son verdaderos cristianos, viven supersticiosamente, “superponen apariencias rituales” que no están vinculadas con una vida de fe, que realmente une a Dios. Viven con temores, culpas y no experimentan la libertad de los hijos de Dios. Pero, también hay que decir con claridad, que entre estos fieles hay valores espirituales y no son pocos los que viven una fe-esperanza-amor y animan una renovación entre sus hermanos y hermanas. 5.- Los verdaderos agentes pastorales se caracterizan por vivir realmente la centralidad de Dios en la vida. No usan maliciosamente el anuncio del castigo divino, porque ellos mismos viven la libertad cristiana que es una consecuencia del Reino que viene y que no se impone por el miedo o terror religioso. La verdad revelada es fruto del amor de Dios. Dios es padre, no un castigador y nos adopta como hijos en el Hijo. En Lc 9, 57-62 se dice que Cristo, lo pide todo para seguirlo. Solamente él lo puede pedir todo sin oprimir y al contrario nos hace libres y nos nutre con su verdad. Su verdad nos posee, nosotros no la poseemos. Sabemos que él es la verdad, pero también sabemos que no se impone a nadie, se acepta libremente con todo el ser. 6.- Cantemos con el salmo 15. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. “Protégeme, Dios mío pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que Tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente; Tengo siempre presente al Señor y con El a mi lado, jamás tropezaré. Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción. Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti”. El temor no le canta alegremente a Dios. Solamente la alabanza verdadera tiene el signo del gozo del Espíritu que por sí mismo habla de la renovación de la vida de fe. La superstición de pagar con dinero o tormentos físicos la paz interior es un auto-engaño. Solo el seguimiento del único salvador del mundo nos hace libres y felices. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

viernes, 21 de junio de 2013

CRISTO, NO ES UN HOMBRE QUE SE HIZO DIOS.

1.- Nuestra relación con Cristo, depende en alguna medida de la identidad que le atribuyamos. ¿Es un maestro ascendido, reencarnación de otros maestros del pasado? ¿Es otro Buda o equivalente? ¿Es un revolucionario preocupado de lo social con una mentalidad exclusivamente política que no se refleja en la biblia, porque esta estaría falsificada? Es impresionante la cantidad de lecturas ideológicas, esotéricas y seudocientíficas que hoy deforman la visión sobre Jesucristo y a veces con la complicidad de gente que se dice creyente. Pero, de estos intentos de utilización de la figura de Cristo queda muy poco o casi nada que nos acerque realmente a su presencia salvadora en el mundo de hoy. Cristo no es un hombre que se hizo Dios. Su salvación asume la integridad del drama humano y no es parcial como una ideología clasista o cerrada a la trascendencia. Cristo es Dios encarnado o humanado. Esto es lo que lo hace absolutamente diferente a Buda, Platón y a cualquier sabio de todos los tiempos. Los que “tutean” a Cristo como si fuera un simple profeta, maestro o iluminado, no lo conocen. Viven una alienación autocomplaciente. 2.- Jesucristo, no se reduce a un tema teológico o metafísico. La cristología más profunda, reconoce su limitación, cuando pide ser complementada o enriquecida con un conocimiento que supera la racionalidad y hace necesaria la oración contemplativa para seguir creciendo en la comunión con la divinidad trinitaria, que nos revela Cristo como el Verbo encarnado de Dios. Un creyente que no ora con amor a Cristo, simplemente no es cristiano. Un Cristo que es solamente hombre y no es Dios, no es Cristo. Es una caricatura usada para intentar validar un “nuevo arrianismo” con fines ideológico-políticos o seudo-religiosos. 3.- Cristo es el mesías, el Ungido de Dios, esperado por Israel y presentido, deseado o buscado por la humanidad de todos los tiempos. Hoy se le busca en medio de la crisis actual del mundo hedonista, secularizado y a la vez falsamente religioso. El mayor escándalo moral que está marcando radicalmente nuestro tiempo no es solamente el ateísmo o agnosticismo, es la mediocridad, de no pocos, que dicen creer en Dios, principalmente de miles de cristianos, que han hecho del cristianismo una superstición más, donde no se ama realmente al prójimo y que en su última versión deformante hace una dicotomía entre la fe y lo socio-económico-cultural, para terminar privatizando el evangelio y así confundir una recta tolerancia con una relativización de los valores cristianos y humanos. Así se apoya la legalización del aborto, la ideología de género, se entrega poder a líderes políticos que tienen como objetivo “descristianizar” el medio social y cultural, lo que más se pueda, etc. ¿Dónde se ubica a Cristo que pide una total aceptación de su verdad o cambio radical de vida? Potencias o países económicamente desarrollados, con una población que mayoritariamente se dice cristiana, por mantener su calidad de vida están sacrificando a miles de seres humanos que mueren de hambre; tienen toda la tecnología y recursos para hacer efectiva una solidaridad internacional y nada hacen realmente efectivo. 4.-En Lc 9, 18-24 está expuesto lo esencial de Jesucristo como salvador o mesías. Jesús, preguntó a sus discípulos: “¿quién dice la gente que soy yo?” (Lc 9, 18). Como hoy hay muchas respuestas sobre esta pregunta. Pero, la pregunta de fondo es la que Jesús hace a sus discípulos: “y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (Lc 9, 20) Jesús hace hoy a cada cristiano esta pregunta: “tú, ¿quién dices que soy?”. Pedro, tiene la respuesta verdadera: “Tú eres el Mesías de Dios”. Jesús, conoce el mesianismo político y triunfalista que hay entre los judíos y con toda intención les habla de su pasión, muerte y resurrección y esto es duro de asimilar para sus discípulos. La idea de un Mesías sufriente que purificaría al Pueblo de Dios de sus pecados había sido anunciada por los Profetas. Eso lo vemos en Zc. 12, 10-11; 13, 1. El Profeta Isaías, (cf. Is. 53) es elocuente en su descripción de los sufrimientos del Mesías esperado. El sacrificio de Jesús, se realiza dentro de un contexto de opresión, aparentemente no busca cambiar esta situación de injusticia y al contrario parece que fue vencido por el mundo. Pero, no es así, en realidad la radicalidad del Sacrificio de Cristo hace posible la transformación del mundo. El cristiano cambia el mundo con el poder de este Cristo que sufrió, murió y resucitó. “el que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga” (Lc 9, 23), y “el que pierda su vida por mi causa, la salvará” (Lc 9, 24). El nuevo mundo solamente se construye después que se deja de odiar, de asesinar, de explotar, de mentir, de utilizar, etc. De las dictaduras de los ex-oprimidos que usan la fuerza, el odio y la opresión que los hace repetir las injusticias que cuestionaban, se sigue generando el mal que deshumaniza y destruye los valores del espíritu que enriquecen al hombre y mujer redimidos por Cristo. Anunciar y promover con hechos esta concepción de la liberación puede significar la muerte, pero la muerte fue vencida por Cristo y de la sangre de los mártires, siempre emergerá una sociedad más justa. Para una obra de esta naturaleza se necesita ser realmente cristiano y vivir bajo el Espíritu de Dios. 5.- En Gál 3, 26-29 San Pablo, nos dice que el bautismo “nos reviste de Cristo” y las diferencias raciales y sociales son superadas por Cristo. Este es un germen de una nueva fraternidad que desde la Iglesia de los bautizados se incorpora en el mundo. Sin tener como misión directa fomentar el bienestar temporal, la Iglesia es signo de purificación y transformación de las realidades temporales. Un cristiano no puede ser un rico explotador o un pobre egoísta que vive sin compartir sus bienes con los demás. 6.- Cantemos con el Salmo 62. Señor mi alma tiene sed de Ti. “Señor, Tú eres mi Dios, a ti te busco, de ti está sedienta mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor te alabarán mis labios. Podré así bendecirte mientras yo viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma. Te alabaré con jubilosos labios”. Sin orar, sin alabar al señor, no podemos nutrirnos de su fuerza liberadora que vence la radicalidad de la muerte y del mal. Al pie de la cruz de Cristo, se reúnen todos los sacrificios liberadores y hechos solidarios que los creyentes realizan para transformar al mundo y hacer cercano el Reino definitivo de Dios. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

viernes, 14 de junio de 2013

ARREPENTIMIENTO, PERDÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO.

1.- Sin arrepentimiento no hay perdón de Dios y sin la luz de Dios no hay arrepentimiento. Arrepentirse es hacer un cambio respecto a formas de pensar y actuar previas que son consideradas ideologías erróneas o malas acciones o conductas indebidas. No es un simple remordimiento que no pide perdón ni hace un cambio de vida. En griego arrepentimiento significa “cambio de mente” (metanoeo) que lleva a un cambio radical de vida. El perdonar y el pedir perdón no están entre los objetivos fundamentales de algunas formas actuales de vida que pretenden entender la sociedad humana y la historia, como un campo de confrontación a veces muy violento, entre personas que oprimen a otras más frágiles o sin poder suficiente para oprimir a su vez, como respuesta o reacción fatal. En esta situación no hay perdón ni arrepentimiento. El amor sería ilusorio y el odio o la fuerza es lo que mueve o motiva la vida y los cambios sociales. Esta visión histórica es la negación más radical del cristianismo y pretender vincularla con la fe cristiana, es la falsificación más monstruosa de los valores cristianos. Al contrario, el arrepentimiento hace posible volver a retomar una vida de justicia y fraternidad. Aceptar que nos pidan perdón, perdonar y reconciliarnos con los demás, hace posible la continuidad de la historia humana en su sentido más profundo: construir el Reino de Dios, que es don y que se consumará más allá de la historia. 2.- El arrepentimiento no se queda oculto en la conciencia o en la intimidad más personal, se manifiesta en la vida social. De la misma manera como el mal cometido afecta directamente las relaciones humanas. David, Rey de Israel, abusó de su poder consumando un crimen. Se arrepintió sinceramente, pidió perdón a Dios y fue perdonado, quedaron consecuencias que no anularon este perdón: en su casa se hizo presente la violencia, como lo registra la Escritura. A pesar de esto, su arrepentimiento quedó como un prototipo para todos los tiempos, porque fue realmente perdonado por Dios y se cumplió el sentido mesiánico de su reinado, el plan de salvación se consumó en Jesús, el “hijo de David”, siglos después. 2ª Sam 12, 7-10 “dijo el Profeta Natán al Rey David: “Así dice el Dios de Israel: ´Yo te consagré rey de Israel y te libré de las manos de Saúl, te confié la casa de tu Señor y puse sus mujeres en tus brazos; te di poder sobre Judá e Israel, y si todo esto te parece poco, estoy dispuesto a darte todavía más. ¿Por qué, pues, has despreciado el mandato del Señor, haciendo lo que es malo a sus ojos? Mataste a Urías, el hitita, y tomaste a su esposa por mujer. A él lo hiciste morir por la espada de los amonitas. Pues bien, la muerte por espada no se apartará nunca de tu casa, pues me has despreciado, al apoderarte de la esposa de Urías, el hitita, y hacerla tu mujer´”. David, se arrepiente y Dios lo perdona. 2ª Sam 12, 13 “David le dijo a Natán: “¡He pecado contra el Señor!”. Natán le respondió: “El Señor te perdona tu pecado. No morirás”. El arrepentimiento y el perdón de Dios, ambos dones asumidos libremente por el creyente que pide ser perdonado, se hacen concretos en la realidad temporal donde vivimos todos los días. Son realidades históricas y trascendentes a la vez. 3.- El perdón de Dios, cambia la vida, transforma el diario vivir. Reconocer el mal que nos oprime y del cual somos responsables y creer en la salvación de Jesucristo, que nos purifica y transforma nuestro ser personal, no es un hecho intimista. Tampoco podría ser un cumplimiento de normas o rituales, que nos permitieran salvarnos por nosotros mismos. La ley de moisés o cualquier otra ley o técnica esotérica no salvan a nadie ni trasforman radicalmente a un hombre o mujer. Gál 2, 16. “Sabemos que el hombre no llega a ser justo por cumplir la ley, sino por creer en Jesucristo. Por eso también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Cristo y no por cumplir la ley. Porque nadie queda justificado por el cumplimiento de la ley”. Es Cristo, el único salvador del mundo. Salvador que no se impone a nadie, libremente se acepta y se ama y se tiene como centro transformador de la vida. Él vive en cada creyente, y hace posible la transformación del mundo. Esto no es alegórico, es real. Cristo, nos salva en medio del mundo y lo transforma. La forma de ser de un cristiano repercute en la sociedad civil, en el mundo, porque en su vida se manifiesta Cristo, salvador del mundo. Gál 2, 19-21 “Por la ley estoy muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo. Vivo, pero ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. Pues mi vida en este mundo la vivo en la fe que tengo en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí. Así no vuelvo inútil la gracia de Dios, pues si uno pudiera ser justificado por cumplir la ley, Cristo habría muerto en vano”. 4.- Sin el arrepentimiento y el perdón salvador de Dios, nuestras vidas perderían el sentido cotidiano y final. La fe, esperanza, amor, bondad, gozo, etc. el mismo arrepentimiento y don de perdonar y ser perdonados, son más concretos de lo que cierto espiritualismo seudo-cristiano intenta hacer creer. Si resulta evidente que en el fondo de la visa social, política, económica, cultural, etc. se da un conflicto de intereses, egoísmo, falta de amor, etc. La reconciliación fruto del perdonar y ser perdonado, del arrepentimiento en definitiva, son siempre necesarios para hacer posible la solidaridad, los derechos humanos, el respeto en todas sus formas, la democracia, la justicia, la vida de Iglesia, de comunidad, etc. 5.- En Lc 7, 36 – 8, 3 una mujer que necesitaba ser perdonada, rompe las costumbres establecidas y Jesús que también las rompe o sobrepasa encontrando lo esencialmente humano, le dice que sus pecados fueron perdonados. Le explica al fariseo Simón, que había sido perdonada por lo mucho que había amado. Luego le dice a la mujer: “Tu fe te ha salvado; vete en paz”. Esta paz, fruto del perdón y el arrepentimiento es un germen de un nuevo mundo según la voluntad de Dios. Es la reconciliación el fundamento de una nueva convivencia fraternal, no cambiarse al lugar del opresor y no superar los mecanismos de dominación y explotación. La dominación de los ex-oprimidos es tan nefasta e inhumana como cualquier otra opresión, porque se nutre del odio, violencia y no del mutuo perdón y arrepentimiento que nos hace a todos responsables y necesitados del perdón salvador de Dios. 6.- Cantemos con el Salmo 31. Perdona, Señor, nuestros pecados. “Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. Por eso, en el momento de la angustia, que todo fiel te invoque, y no lo alcanzarán las grandes aguas, aunque éstas se desborden. Alégrense con el Señor y regocíjense los justos todos, y todos los hombres de corazón sincero canten de gozo”. Para transformar al mundo, necesitamos perdonarnos mutuamente y ser perdonados por Dios. De la violencia, odio, falta de perdón y venganza, nacen nuevas opresiones, que no son frutos de un cristianismo auténtico. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

viernes, 7 de junio de 2013

LA SANACIÓN DE JESUCRISTO.

LA SANACIÓN DE JESUCRISTO. 1.- Lo que la cultura judía, donde Jesucristo nació, vivió y anunció el Reino de Dios, entendía por enfermedad, curación o sanación, no es equivalente a lo que hoy la ciencia médica moderna define como enfermedad o curación o salud. Se pensaba que la enfermedad era consecuencia del pecado o de la acción del demonio o espíritus del mal. Esto tenía consecuencias sociales y religiosas, de hecho hacía de un enfermo una persona marginada de la sociedad civil-religiosa de la época. La misma persona enferma se sentía maldita o castigada por Dios. En este contexto hay que entender el ministerio de sanación de Jesucristo. En Mt 11,2-6 y Lc 7,18-23 se presentan las curaciones de Jesús como signos de su mesianidad. El mismo Jesús se refirió a sí mismo dos veces utilizando la imagen del médico (Mc 2,17; Lc 4,23). Se puede afirmar que la salvación de Cristo asume todo lo que oprime al ser humano. De lo contrario no sería el verdadero y único salvador del mundo. 2.- La antropología bíblica no es dualista como la griega y no se reduce a un espiritualismo que desprecia lo material. Esto hay que tenerlo asumido para no leer algunos textos bíblicos con un filtro dualista que está en el fondo de ciertas lecturas erróneas de la biblia que hablan de lo espiritual como una negación de lo terrenal o sensible o estructurado culturalmente. Esto significa que Dios tiene que ver con la realidad corporal y no solo espiritual del ser humano. Esta concepción de un Dios sanador y restaurador del hombre total está en la biblia. En el nuevo mundo de Dios, toda la creación será perfeccionada, no solo el alma humana. La resurrección es del cuerpo humano para unirse a un alma vivificada por la vida divina. Inmortalidad y resurrección terminan fusionándose en el nuevo testamento. La sanación de Jesucristo es del cuerpo y del alma y sobre todo es una reincorporación a la sociedad fraternal de los “sanados integralmente”: la Iglesia. 3.- Jesús fue un sanador popular al estilo de Elías, y se entendió a sí mismo como mediador de la sanación que viene de Dios. En 1ª Re 17, 17-24 se describe con mucho detalle el ministerio de sanación divina de Elías. La muerte, resultado final de una enfermedad grave, es superada por el poder misericordioso de Dios. Solamente Dios resucita a un muerto. Hemos puesto en la penumbra este aspecto salvífico-sanador de Dios. Cristo aparece en algunas visiones deformadas de su persona, como un maestro parecido a Buda o un sabio cualquiera. O un revolucionario atrapado en una ideología de emancipación socio-política. Cristo asume todo esto, pero es mucho más, porque tiene que salvar a todo el hombre, no solo su periferia. La muerte no está sobre el poder de Cristo. La muerte es el límite de toda liberación temporal. Solamente el Resucitado puede incorporar las legítimas liberaciones realizadas en la historia, en la salvación eterna y final, de la nueva humanidad restaurada en Cristo, superando el límite de la muerte 4.- En Lc 7, 11-17, Jesús, resucita al hijo de una viuda. Desde nuestra mentalidad podemos hacernos estas preguntas ¿por qué no la consoló recordándole las palabras de los Profetas y así dejarla tranquila y resignada? La muerte es natural y hay que aceptar esta realidad dramática e inevitable. ¿Por qué no le dijo que se resignara y esperara el día de la resurrección, según la creencia judía? Cristo, es el salvador. El es la vida eterna en ese mismo momento. Sana y libera de la muerte. El joven resucitado volverá a morir, pero la muerte fue vencida y la resurrección está vinculada a la inmortalidad vivificada por Cristo, único salvador. Cristo supera una muerte alejada de Dios, en espera del salvador prometido. En este sentido podemos entender, la purificación o sanación más allá de la muerte, como un fruto de la acción redentora de Cristo. No es un lugar de purificación, es el mismo amor de Dios el que sana las heridas que quedan del pecado, después de la conversión y cambio de vida. En este mismo sentido la santificación de la gracia, es una sanación definitiva. 5.- “Las sanaciones de Jesús muestran su cercanía a los marginados. Los enfermos, y por causa de ellos sus familias, tenían que soportar una situación de sospecha y marginación. La idea que entonces se tenía de la enfermedad acentuaba esta condición social de marginación (recordemos p.e. la situación de los padres en el relato de la curación del ciego de nacimiento de Jn 9). El hecho de que Jesús se acerque a ellos y se deje tocar por ellos, o de que los cure de formas poco ortodoxas, era un atentado contra las normas de pureza que gobernaban la sociedad palestina del siglo primero. Jesús no tuvo inconveniente en transgredir estas normas, pues sólo así podía acercarse a los que estaban en situaciones más marginales. Finalmente, sus curaciones son un signo de que el Reinado de Dios está empezando a llegar. Los profetas habían anunciado que la curación de los cojos, ciegos, sordos, etc. sería el signo de que se cumplían las promesas de Dios. Jesús se refiere a esta profecía para explicar sus curaciones (Mt 11,2-5 = Is 35,5-6)”. 6.- En Gal 1, 11-19 el apóstol Pablo insiste en el carácter divino de su conversión y apostolado. Llama la atención la relación que Pablo tiene con Pedro, estuvo 15 días con él. Lo carismático auténtico siempre se armoniza con lo jerárquico de la Iglesia. Lo jerárquico es una autoridad espiritual que no se fundamenta en la opresión. Sería contradictorio con la naturaleza fraternal de la Iglesia. No sería una Iglesia sanadora o liberadora, signo sacramental universal de salvación. Los signos de sanación están siempre presentes en la vida cristiana. Pedro, realizó sanaciones por el poder de Cristo. Lo mismo los demás apóstoles. Anunciar a Cristo está vinculado a los signos mesiánicos de sanación y liberación de malos espíritus. Esto es posible por estar unidos a Jesús resucitado. Lo que se dice del Evangelio, se dice de los signos que se manifiestan en su propagación. Es la Iglesia, magisterio y fieles, la que debe discernir la autenticidad de una sanación por el poder de Cristo. Es decir, en el orden espiritual o religioso hay “sanaciones y sanaciones” y es necesario saber discernirlas. 7.- Cantemos con el Salmo 29 la presencia salvadora, sanadora, de Dios. Te alabaré, Señor, eternamente. “Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte. Alaben al Señor los que lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y y su bondad dura toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; y en la mañana, el júbilo. Escúchame Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente”. Cristo sana hoy, lo más esencial de nuestro ser marcado por la muerte y nos incorpora a su Cuerpo místico y eterno. La sanación definitiva es la que nos da la vida eterna, por los méritos de Cristo. La Iglesia sanadora, asume el dolor y enfermedad, principalmente en el sacramento de la Unción de los Enfermos, los otros sacramentos y en las obras de solidaridad y servicio. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

lunes, 3 de junio de 2013

LA VISIÓN CRÍTICA DEL PADRE FELIPE BERRÍOS SOBRE EL MOMENTO QUE VIVE LA IGLESIA CHILENA.

Se puede estar completamente o parcialmente de acuerdo o en total desacuerdo con Felipe Berrios, pero quedar indiferente frente a lo que dice este sacerdote jesuita, no parece ser posible a juzgar por las múltiples reacciones que han provocado sus palabras. Algunos usarán sus declaraciones para seguir fomentando sus ataques a la Iglesia, otros dirán que hizo una caricatura de la Iglesia, incluso pedirán perdón por sus generalizaciones y los que desde su parcialidad política siempre han criticado la Teología de la liberación, volverán con oportunismo a promover su crítica. Otros sacarán agua para sus “molinos políticos y sectarios”; pero la gente humilde, los pobres y los que han vivido la discriminación a la que él se refiere, seguramente tienen otra opinión, porque tienen otra experiencia. Para mí Felipe Berrios es una voz profética que incomoda como toda voz profética. Parece necesario leer lo esencial de las declaraciones de Berrios y hacer un discernimiento ético sobre la realidad que él observa y con honestidad y un buen razonamiento, resolver en conciencia en que se está de acuerdo o no y porque. Personalmente, concuerdo mucho con el Padre Berrios, porque he vivido y vivo o conozco situaciones concretas que él describe muy bien. Me parece evidente que en la Iglesia se da un secretismo que es contraproducente. A veces hay poca diligencia frente a abusos que son “secretos a voces”, esto hace perder “autoridad moral” a personas que necesariamente fundan su función en la credibilidad moral y no solo canónica, porque su ministerio no radica en la fuerza. Algunos creen que la Jerarquía de la Iglesia es equivalente a un Regimiento. Hoy no basta ser un “legítimo pastor”, hay que tener un testimonio de caridad y respeto por los fieles. El daño moral que hace un mal sacerdote no se mide por la cantidad de gente que se retira de la Iglesia. Un católico que tiene una experiencia de fe sólida, nunca se apartará de la comunión de los fieles, porque su espiritualidad no depende de lo que otros hagan o no hagan. El daño más grave que hace un mal agente pastoral es “corromper” a personas o formar redes de protección. Esta gente seguirá en la Iglesia, pero será cómplice de diversos abusos. Otros serán presionados a guardar silencio. En relación a esto último, hace unas semanas, escuchamos con mi esposa a una abuela que con mucho dolor nos contaba que su nieto había sido abusado sexualmente por un sacerdote de esta diócesis, hace unos años atrás, tenía unos 15 años. Este adolescente quedó muy mal sicológicamente. Ella lo vio sufrir y llorar. Nosotros no sabíamos nada y al parecer mucha gente lo sabe. Por vergüenza no se atreven a darle publicidad a esta situación. No le tienen confianza a la Jerarquía, piensan que nada se hará. Cuando un sacerdote cobra $ 25.000 o más por bautizar y la gente le dice: no tengo mucho dinero ¿le podría pagar la mitad? y la respuesta es no. Eso es un abuso. Cuando un sacerdote llega a una casa y se emborracha con un “amigo muy amigo” y la señora de este le pide que no siga bebiendo, que es tarde y el aludido, totalmente ebrio, le dice que no y lo tiene que expulsar con insultos y por esto pelea con su esposo, que quiere seguir tomando con su invitado, esto es corromper (en el sentido religioso y moral). Cuando un grupo de campesinos católicos pobres, le pide una audiencia a una autoridad eclesiástica para denunciar lo que ellos ven como algo muy negativo y esta autoridad por ser poco ilustrados los trata con cierto desprecio que ellos notan y no los escucha con respeto, esto es un abuso y el resultado es un daño para esta gente sencilla que quedará marcada de por vida con una mala impresión. Estos no son ejemplos. Son casos concretos. Si no se supera el secretismo y sobre todo el autoritarismo en la Iglesia, estos casos tendrán en el tiempo efectos demoledores. El Papa Francisco no concuerda con la opinión de algunos que supuestamente se preocupan por la “imagen de la institución” y así justifican el secretismo. El Papa Francisco es rotundo en afirmar que a los sacerdotes que abusan de menores: en estos casos, hay que quitar las licencias, no permitir ejercer más el sacerdocio al culpable, e iniciar un juicio canónico en el tribunal diocesano correspondiente. Dice: “Para mí, ésa es la actitud a tomar, no creo en las posiciones que plantean sostener cierto espíritu corporativo para evitar dañar la imagen de la institución. Esa solución creo que se propuso alguna vez en los Estados Unidos: cambiar a los curas de parroquia. Eso es una estupidez porque, de esa manera, el cura se lleva el problema en la mochila. La reacción corporativa lleva a tal consecuencia, por eso no estoy acuerdo con esas salidas”, Esto lo dijo cuando era el cardenal Bergoglio. El ex capellán de Un Techo para Chile, cargo que dejó en 2010, mantiene hoy un taller de carpintería en que intenta enseñar ese oficio a los pobres en la República Democrática del Congo, y en un cruce a Ruanda para renovar su visa de residencia fue entrevistado por Juan Manuel Astorga para el programa El Informante de TVN. En el diálogo explicó su partida de Chile, su visión de la Iglesia Católica en su relación con los pobres y con la elite más pudiente, el rol de los jóvenes en la actualidad política, las dificultades que teme en el pontificado de Francisco. Aquí, segmentos seleccionados de la entrevista: ¿POR QUÉ TE FUISTE DE CHILE? “Yo creo que la Iglesia ha caído en un lenguaje hace tiempo de secretismo, de verdades a medias y la gente se ha acostumbrado a estar leyendo entre líneas, y estar viendo complots y cosas así. Eso yo creo que ha perjudicado a que no crean que me vine porque yo creo que la situación que vivía la misma iglesia hace que tengamos que volver a sus fuentes, y volver a las fuentes es volver al servicio, estar junto a los más pobres, los desamparados, a cargar las pilas. Eso es lo que me trajo a venir acá, lo más genuino de un jesuita es la misión, que puede hacerse en Chile también, pero yo quería estar acá que son los más abandonados del planeta”. En un momento de la conversación, Berríos le pide a Astorga que nombre a 7 obispos de Chile. De inmediato responde que no puede hacerlo porque nadie los conoce: “No son líderes”. Más adelante apuntó: “Estos obispos son gente buena que no ha hecho nada malo, pero tampoco han hecho nada bueno. No son capaces de jugársela por los que sufren, por los pobres, haber detectado la desigualdad en Chile y haberla dicho, salvo en la última conferencia episcopal que hablaron del tema; más bien son católicos de los católicos y eso también lo percibimos los curas que no tenemos un pastor donde podemos jugarnos y ser críticos. (Yo) bendigo el anillo a una persona casada por segunda vez y al día siguiente tengo un llamado del arzobispo de Roma, pero si se bendice una sucursal bancaria que está chupándole la sangre a los chilenos no decimos nada, eso le resta credibilidad y jerarquía a la Iglesia”. “Hay grupos dentro de la iglesia que le han hecho daño tremendo a la elite chilena que ha hecho que se preocupe de unos ritos sin contenido buscando una salvación que Dios se la da gratuita, pero que quieren comprarla con buenas acciones, pero cuando tocan sus intereses económicos dejan de ser buenas acciones. Los culpables son los que les han enseñado un Dios que no le cuestiona eso”. “Si la Iglesia pudiese sacudirse de toda esa pompa y pudiera predicar el evangelio con gestos concretos, tendría mucho que decir. Pero los líderes eclesiásticos en Chile y en el extranjero que tenemos, han sido creados con eso de no quebrar ningún huevo, entonces no harán nunca tortillas”. DISCRIMINACIÓN EN COLEGIOS CATÓLICOS “Los colegios católicos no debieran ser excluyentes, deben ser abiertos a todos, a niños sin dinero, con papás separados o a quienes tengan otra creencia”. “Se ha puesto el acento en defender la libertad de la educación, pero no se ha puesto el acento en la liberad de poner a mi hijo donde yo quiera, eso hoy no es así”. “La Iglesia discrimina y la prueba de la blancura es, como lo dijo el Papa, que la iglesia debe ser de los pobres, y no lo está siendo, los pobres son visita, son motivo de caridad”. LOS JÓVENES. “(A los jóvenes) les hemos mostrado un Dios tan, por usar un término juvenil, tan rasca, insípido, un Dios que es más bien una moralina, que hace que los chiquillos prescindan de Dios, que no sea tema para ellos (…), pero cuando un chiquillo anda buscando la igualdad anda buscando a Dios”. “Los jóvenes están hechos para gastarse, para dar la vida, a soñar por sus ideales, pero hacemos que sean planificados, los llenamos de miedo, están todos endeudados, les hemos limado las garras (…) Me gustaría decirle a los jóvenes que no se metan en la maquinaria del consumo desenfrenado”. “El joven quiere cambios, no tienen los traumas nuestros y por eso estoy contento que Giorgio (Jackson) y Camila (Vallejo) se metan en política y creo que esta fuerza de cambio hay que transformarla en movimientos políticos para que sean reales los cambios”. LOS LIDERAZGOS Y EL COMPROMISO CON LOS OTROS: EL CASO DE LAGOS “Se ha ido buscando lo que yo quiero, mi propio interés, mi propia comodidad, y se ha ido perdiendo eso de que puedo hacer yo por los demás. Para mí fue muy interesante lo que pasó en la elección del Presidente (Ricardo) Lagos, en la primera vuelta. Lagos era un candidato que ofrecía un sueño, ofrecía sacrificio, pero casi pierde y en la segunda vuelta dijo, bueno yo ofrezco lo que la gente pide. Eso suena bonito, pero es complicado, porque la gente pide su propio confort, su propia estabilidad y no lo que es mejor para los otros”. EL “DIOS” DEL CONSUMO: EPISODIO EN TVN Berríos fue requerido respecto de que es lo que, a su parecer, creen los chilenos, en qué piensan, a qué se aferran. Respondió con un ejemplo de un diálogo en TVN: “Cuando estaba en Un Techo quisimos hacer una propaganda en la Navidad de una persona que imitaba a San José y a la Virgen y que golpeaban puertas pidiendo alojamiento, lo que tenía que ver con la Navidad, y el director de Televisión Nacional en ese tiempo me dijo que no porque Televisión Nacional era el canal de todos los chilenos y no podía comprometerse con ninguna tendencia política y ningún credo y eso era comprometerse con el credo. Le dije que era ridículo si la Navidad es un feriado justamente porque se celebra el nacimiento de Cristo. No lo pude sacar de eso y nos prohibió hacer ese comercial, pero yo le dije ´bueno saquen entonces al Viejo Pascuero porque el Viejo Pascuero es el Dios del consumo’. Yo creo que la mayoría de la gente está creyendo en el Dios del consumo, y eso produce un vacío enorme, dicen que creen en Jesucristo, pero en el fondo nuestro Dios se ha transformado en el Dios del consumo representado en el Viejo Pascuero”. Fuente: lanacion.cl Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

sábado, 1 de junio de 2013

LA EUCARISTÍA ES UN FRUTO DEL MISTERIO DE CRISTO.

1.- En la Biblia la palabra no se usa para engañar, la verdad está contenida en la palabra. Esto tiene que ser asumido realmente para superar la mentalidad que hoy nos rodea y a veces nos penetra: separar la palabra de la verdad. Hoy se dicen mentiras para vender un producto de consumo. Se le dice a una persona “sueña un mundo hermoso y constrúyelo con tu propio esfuerzo”, es un decir que no pasa de una ilusión alienante y alucinógena. ¿Dónde están esos mundos o mejor dicho a quien sacan realmente de la realidad de este mundo? Es otro engaño de ideologías seudo-místicas y peor, es una forma de ganar dinero utilizando la sed de absoluto del ser humano actual, que acumula una “insatisfacción tras otra insatisfacción”. Cristo conoce el fondo de los hombres y mujeres de todos los tiempos. Juan 6, 51: “Yo soy el Pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este Pan vivirá para siempre”. Cristo, es realmente Pan y es posible comer de este Pan y vivir para siempre. Es la Palabra de Cristo, camino, verdad y vida. No es mera retórica o mero simbolismo lingüístico. 2.- Jesucristo es “Dios que se hizo hombre, no un hombre que se hizo Dios”. Su encarnación es el fundamento de todo su misterio divino-humano. Su Resurrección, Ascensión y presencia mística en medio y dentro de nosotros, sobrepasa la naturaleza y la explicación científica de la realidad. Los argumentos racionalistas que niegan la Presencia real de Cristo en la Eucaristía no pertenecen al mundo Bíblico y al usarlos consecuentemente, terminan por negar la esencia misma del cristianismo. 3.- La Eucaristía tiene un fundamento bíblico muy sólido. En Gn 14, 18-20, hay una referencia sobre el pan y el vino que se ofrecen en la adoración a Dios, antes de la Ley de Moisés. No es ciertamente la Eucaristía, pero sí su figura. Gn. 14, 18-19 “ En aquellos días Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, y bendijo a Abram, diciendo: "Bendito sea Abram de parte del Dios Altísimo, creador de cielos y tierra”. Cristo, Dios-hombre, es el significado final de este ritual, que es superado por su propio sacrificio en la cruz, donde ofrece su cuerpo y sangre para la salvación del mundo. En 1ªCor 11, 23-26, San Pablo, relaciona la Eucaristía con la Cruz de Cristo. Habla de una transmisión o tradición que viene desde la última cena. Dice: “Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: Que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él". Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva”. La muerte del Señor: la cruz de Cristo, su sacrificio para nuestra salvación. 4.- Creer en la presencia real de Cristo en la Eucaristía no es magia, como no es magia la Encarnación o Ascensión del Señor. El misterio de la Eucaristía se encuentra en el mismo misterio de Cristo. En Lc 9, 11-17, se nos narra un hecho de Cristo, que no es accidental a su forma de ser: hace un milagro de amor, porque él mismo es amor. No ama a veces, como sucede entre los seres humanos. Ama siempre. En él no hay pecado. Los apóstoles le dicen a Jesús, que hay una multitud de personas que necesita comer algo y le sugieren que las despida para que vayan a las aldeas, donde puedan encontrar alimentos y alojamiento. Pero, él no las despide. Lc 9, 13-15 “El les contestó: "Denles ustedes de comer". Pero ellos le replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente". Eran como cinco mil varones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta". Así lo hicieron, y todos se sentaron”. Luego dice: Lc 9, 16-17 “Después Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo, pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, para que ellos los distribuyeran entre la gente. Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron doce canastos”. ¿No puede él mismo ser Pan bajado del cielo como lo dice expresamente? 5.- Cristo es el “Cordero que está de pie, a pesar de haber sido sacrificado” en pleno centro del Trono Celestial. Y es por él y a el que cantan y alaban todos los Ángeles y Santos del Cielo (Ap. 5, 6-14). Este mismo Cristo-cordero es el que está realmente en el Pan y el Vino consagrados, que son el cuerpo y sangre de Cristo en la Eucaristía. En la Misa se manifiesta el misterio de Cristo, que no es un enigma o un arcano esotérico. Cristo venció la muerte y vive en nosotros. “¡Qué sublime humildad: Que el Señor de todo el universo, Dios e Hijo de Dios, se humille así bajo la forma de un trocito de pan para nuestra salvación!”, nos dice San Francisco de Asís. “Reconoced en el Pan de la Eucaristía a Aquél que colgó de la Cruz”, nos dice San Agustín. ¿No podemos ver a Jesús? Cara a cara no lo podemos ver igual como lo vieron los apóstoles. Pero, nos dice San Juan Crisóstomo que sí lo vemos, que lo tocamos. ¡Que hasta lo comemos! “El se da a ti, no sólo para verlo, sino también para ser alimento y nutrición para ti”. La Madre Teresa de Calcuta expresa muy bien la muestra de Amor de Dios que es la Eucaristía: “Cuando vemos el Crucifijo, podemos comprender cuánto nos amó Jesús entonces. Cuando vemos la Sagrada Hostia comprendemos cuándo nos ama Jesús ahora.” Sin la fe teologal y la acción del mismo Cristo en nosotros, confirmada por el Espíritu Santo, no podemos expresar lo que dijeron los santos mencionados. La Eucaristía ilumina toda la profundidad del cristianismo. Es luz en la luz del misterio de Cristo. 6.- Cantemos al sacerdocio eterno de Cristo con el Salmo 109. Tú eres Sacerdote para siempre. “Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha; Yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies". Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y dominarás al enemigo. Es tuyo el señorío; el día en que naciste en los montes sagrados, te consagró el Señor desde el alba. Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres Sacerdote para siempre, como Melquisedec". La Misa no es un simple ritual: es Cristo mismo en medio de nosotros. Celebramos con Cristo lo que hemos vivido y vivimos con él, lo que hemos celebrado. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

viernes, 24 de mayo de 2013

LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO.

1.- Dios no es una energía impersonal interna o externa, que puede ser manipulada por medio de técnicas mentales inspiradas en un ocultismo panteísta. Dios es un ser que ama, que crea, que salva, que sana y esto supone inteligencia y libertad. Una energía impersonal que se confunde con la naturaleza no es libre ni inteligente. Amar sin libertad no es amar, es otra cosa, fatalismo o instinto. Amar es una realidad personal y personalizante. Para el cristianismo católico Dios es un ser “tri-personal”: tres personas en un solo Dios eterno. La Biblia nos revela en forma progresiva esta verdad fundamental que termina de revelarse con la Encarnación de Cristo. Es una doctrina bíblica original. Pretender encontrar fuera de la biblia esta doctrina, es forzar y falsificar otras creencias no- cristianas. En el Antiguo Testamento encontramos un Dios personal que fluye por la vitalidad de la creación, pero no se confunde con el cosmos. No es una energía cósmica. Es un Dios-Sabiduría que la poesía hebrea intenta describir con hermosura vital, sobre todo, su trascendencia y eternidad. Esta sabiduría es coeterna y está en Dios. Dice Prov. 8,22-26: “El Señor me poseía desde el principio, antes que sus obras más antiguas. Quedé establecida desde la eternidad, desde el principio, antes de que la tierra existiera. Antes de que existieran los abismos y antes de que brotaran los manantiales de las aguas, fui concebida. Antes de que las montañas y las colinas quedaran asentadas, nací yo. Cuando aún no había hecho el Señor la tierra ni los campos ni el primer polvo del universo”. Esta “sabiduría divina” es una “personalización” que se manifiesta a los seres humanos. Prov. 8, 30-31: “yo estaba junto a Él como arquitecto de sus obras, yo era su encanto cotidiano; todo el tiempo me recreaba en su presencia, jugando con el orbe de la tierra y mis delicias eran estar con los hijos de los hombres". 2.- Dios se refleja en la creación, sin confundirse con ella. Esto es muy importante para no perder el verdadero sentido de lo divino y de lo humano. Dios es en sí mismo el fundamento de la centralidad del hombre-mujer en el universo. Esta relación Dios-hombre-naturaleza es una comunión de vida. Es una religación salvadora y santificadora que inspira la admiración del amor creyente. Cantemos con el Salmo (8): ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! “Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has creado, me pregunto: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, ese pobre ser humano para que de él te preocupes? Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste bajo sus pies. Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas”. 3.- En Rm 5, 1-5 San Pablo nos dice que la “fe-vivencial” nos une a Dios y la vida humana queda asumida por “la justificación por la fe” que transforma la existencia de los hombres y mujeres creyentes. El unirse a Dios, introduce en la realidad mundana, la acción transformadora del Espíritu divino que “renueva la tierra”, donde se hace concreta la historia de la salvación. El “mundo de la gracia” tiene su realización en medio de nosotros, personas comunes y corrientes, pero que han creído, esperan y aman y amarán más allá de la muerte. Rm 5, 1-2 “Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en paz con Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo. Por El hemos obtenido, con la fe, la entrada al mundo de la Gracia, en el cual nos encontramos; por El, podemos gloriamos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios”. La gloria de Dios es eterna. Participar en la “Gloria de Dios” es una inmortalidad gloriosa para el cristiano. La Trinidad existe en medio del mundo, sin confundirse con ninguna forma de energía. Dios no tiene como función enfrentarse con el mundo, donde existimos: lo transforma para bien. Nuestra vida necesita ser salvada, liberada y sanada desde su misma raíz. Creer-esperar-amar, implica crecer en valores que transforman desde dentro la realidad mundana donde vivimos. La paciencia de ir cambiando de vida en medio del dolor, no es vana. El cristiano vive la esperanza como una fuerza fundada en el amor. El amor es central en la experiencia religiosa. Esto es un fruto de Espíritu Santo, que viene del Padre y de Jesucristo. Dice en: Rm 5, 3-5 “ Más aún, nos gloriamos hasta de los sufrimientos, pues sabemos que el sufrimiento engendra la paciencia, la paciencia engendra la virtud sólida, la virtud sólida engendra la esperanza y la esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su Amor en nuestros corazones, por medio del Espíritu Santo, que El mismo nos ha dado”. El amor es inmortal y nos une con Dios, porque viene de Dios. 4.- Sin la Encarnación del Hijo de Dios, no habría sido posible la revelación del misterio de la Santísima Trinidad. La Trinidad no es una doctrina construida desde la racionalidad humana. Tampoco se reduce a un dogma teórico. Es una característica esencial del cristianismo. Sin Trinidad no hay cristianismo. Sin el don de la fe no es posible crecer en una “espiritualidad trinitocéntrica”. En Jn 16, 12-15 se nos revela la relación de Cristo con el Padre y con el Espíritu Santo. Dice: “Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero, cuando venga el Espíritu de verdad, El los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de Mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Es la unidad intra-trinitaria, modelo viviente y eterno de unidad y comunicación entre personas libres y creadoras de todo bien. Un Dios único y comunidad eterna de amor, no produce intolerancia ni un fanatismo religioso. Al contrario, nos enseña a construir un mundo nuevo de fraternidad con un Padre Universal, con un Hijo, que nos hace hijos en este Hijo y nos vivifica en un Espíritu divino, para ser transformados y transformar el mundo en una nueva sociedad armonizada con Dios, la naturaleza y humanidad, donde se hacen posibles todas las utopías solidarias que no fueron excluyentes o genocidas. Estamos llamados a transformar este mundo de injusticia, en un mundo de justicia y amor, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.