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domingo, 28 de septiembre de 2014

EL PANTEÍSMO DOCTRINARIO, A VECES ES MERA RETÓRICA O NO REFLEJA LO VALIOSO O NO-VALIOSO DE ALGUNOS PANTEISTAS. Reflexiones teológicas dominicales. 28-septiembre-2014.

Respeto las visiones diferentes, tolero lo que considero negativo y así rescato algo superior. Esto lo dejo claro, pero expreso con este mismo respeto y tolerancia mis diferencias, porque es mí ser en el mundo, el que vive, siente y piensa de otra manera. Es un derecho y un deber, en algunos casos, decir esto no me parece y esto sí. 1.- Las visiones panteístas, por ejemplo, el tema de estas reflexiones, repletan los dichos de no pocas personas. Son muchas palabras y a veces mucha descalificación de las experiencias religiosas cristianas o teístas. Pero son eso: ruidos, a veces retóricos. Sin testimonio. Dios es amor y paz, en medio de este mundo. Pero no es el mundo. Tolerar también es aceptar convivir respetuosamente con los que creen en un Dios-persona o tri-personal, que no es una energía, que se pueda manipular desde los deseos más ocultos del ser humano. Los que han reemplazo la oración por “formas de manejo de una supuesta energía divina del universo” seguirán con sus prácticas y esto debe ser tolerado. Los cristianos seguiremos orando a un Dios creador y salvador distinto a su creación y creaturas y, nuestra espiritualidad se seguirá proponiendo a lo ancho y largo del mundo actual y futuro. La libertad personal es fundamental para optar y discernir con criterios ciertos que permiten seguir creciendo en libertad y verdad. 2.- Llama la atención la persistencia en hablar de este dios energético, que en la vida concreta de algunos supuestos panteístas, nada significa para superar el consumismo en todas sus formas, que configura sus vidas cautivas de ansias hedonistas cerradas a una trascendencia real. Es distinto escuchar a un hombre o mujer que viven en la naturaleza, redescubriendo valores universales, que saben que están en la vida de otras visiones muy diferentes y sienten que hay una fraternidad que no se puede reducir a los que piensan como ellos. Son panteístas, pero son tolerantes y no se obstinan en un proselitismo fanático anti-cristiano. 3.- No es fácil calificar en la justa medida, desde la propia visión valórica a personas diferentes; pero la autenticidad de nuestro amor, respeto y tolerancia pasa necesariamente por esta opción de amar, respetar y a veces admirar a los “diferentes”, sin perder o relativizar lo esencial de nuestra identidad; fundamento de lo que nos hace sólidos como personas creyentes, solidarias y perseverantes en el camino cristiano de la fe-esperanza-amor. 4.- El mundo no es divino, no es Dios, no es una energía impersonal que salva en la medida que es manipulada por medio de técnicas de auto-salvación. Tampoco, nuestra redención pasa por una reencarnación varias veces repetida que termina en una auto-perfección, donde algunos intentan hacer hablar a un cristo esotérico, que hace tanto o menos que los efectos de una meditación que llaman trascendental o cósmica. Vivimos en una democracia fundada en la tolerancia religiosa entre otros valores. ¡Gracias a Dios no estamos en los tiempos de la inquisición! Pero, respetar o tolerar no es relativizar la verdad. La unidad civil y cultural de una sociedad democrática no impone una uniformación ideológica o religiosa, que nunca se ha logrado. Los sistemas totalitarios lo han intentado concretar a sangre y fuego con resultados aterradores. 5.- Sin embargo, un cristiano puede y debe discernir lo valioso de un sistema de meditación o técnica de crecimiento personal, etc. y rescatar lo que evidentemente es positivo o bueno y compatible con su identidad cristiana. En esto vale mucho lo vivencial. También es importante captar que estas intuiciones que logran ver el bien en otras tradiciones culturales y religiosas, vuelven a descubrir que el fundamento cristiano desde donde disciernen y rescatan estos valores y riquezas morales y humanas, tienen a Cristo como fuente y finalidad. 6.- Cristo, es el salvador de toda la humanidad, porque en él, todo lo bueno del ser humano, tiene su razón de ser. La encarnación del Hijo de Dios y Dios con el Espíritu Santo, penetró en la raíz de la naturaleza humana que es histórica y está tensionada hacia la eternidad de Dios. En el fondo de todo hombre o mujer, está la impronta de esta encarnación que se inmoló en la cruz y confirmó su poder salvífico en la resurrección. Cristo, está primero en todo ser humano, antes de toda evangelización, preparando el encuentro con el amor salvador y, la ley natural, está “marcada” por este Señor de la historia. Cristo, salva desde el corazón de todas las culturas. Evangelizar, es una buena nueva que no se reduce a un discurso limitado por la razón humana. El Espíritu Santo renueva la buena voluntad, el bien de un no-cristiano y respetando el proceso cultural humano lo guía hacia Dios. Puede llegar a conocer el mensaje evangélico o morir antes. Como puede rechazar este mensaje. Es suficientemente libre. Pero, todo movimiento colectivo o personal bueno por esencia y que busca a Dios, busca porque Cristo está activo en sus raíces. Esto no es sincretismo ni eclecticismo, no puede serlo, porque la salvación de Cristo, no se reduce a una doctrina; y sin anular la doctrina cristiana, en ningún momento, se hace comunión con Dios, que es más que una doctrina. Es una vida nueva. La naturaleza nunca es anulada, pero es elevada para hacer posible la plenitud de la redención del ser humano. Ahora somos peregrinos y a la vez habitantes de la tierra. Necesitamos estar de rodillas ante Dios, compartiendo nuestros bienes entre nosotros con prudencia, amor y siempre con buena intención.--------------------------- Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

domingo, 7 de septiembre de 2014

UNA MANIPULACIÓN BURDA E IDOLÁTRICA DEL PADRE NUESTRO.

UNA MANIPULACIÓN BURDA E IDOLÁTRICA DEL PADRE NUESTRO. Reflexiones Teológicas Dominicales. 7-septiembre-2014. “El Padrenuestro es insuperable, no puede ser trastocado, porque sencillamente es una oración dirigida a Dios, inventada por el enviado de Dios, su hijo redentor que se hizo hombre”. “la oración por excelencia de los cristianos del mundo entero, proviene de los mismos labios de Nuestro Señor Jesucristo en el Sermón de la Montaña (Mt 6,9-13), y por ello es intocable”. Estas palabras fueron expresadas por Obispos Venezolanos al referirse a una versión tendenciosa e irrespetuosa del Padre Nuestro, que militantes chavistas inventaron como una “oración” del culto al fallecido caudillo, Hugo Chávez. Cabe explicar que el domingo pasado en un taller sobre la ideología socialista que contó con la asistencia del presidente Nicolás Maduro y parte de su tren de gobierno, fue presentada la “Oración del delegado”, en la que le piden al fallecido presidente Hugo Chávez: “No nos dejes caer en la tentación del capitalismo, mas líbranos de la maldad de la oligarquía”. Ha generado reacciones en contra, no sólo en el seno de la Iglesia sino de la sociedad venezolana, con lo cual no se descarta que para los próximos días se realicen acciones concretas por este agravio. El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, junto a sus obispos auxiliares: Monseñor Jesús González de Zárate, Monseñor Fernando Castro Aguayo, Monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, y Monseñor José de la Trinidad Fernández Angulo, denunciaron la aberrada versión de la oración más conocida del cristianismo, en los siguientes términos: “En estos días se ha dado a conocer una nueva versión de la oración más universal del cristianismo: ´el Padre Nuestro´. Pero “la plegaria se dirige al difunto Presidente Chávez en lugar de a Dios, nuestro Padre Celestial”, acotaron. Explicaron que el Padre Nuestro, De igual manera agregaron las autoridades eclesiásticas: “Así como a nadie se le permitiría cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana, como el Credo”. Con mucha fuerza exigieron respeto: “los símbolos, oraciones y elementos religiosos católicos se deben respetar”. “Quien dijera esa versión nueva e indebida del Padre Nuestro ateniéndose al texto literal estaría cometiendo el pecado de idolatría, por atribuir a una persona humana cualidades o acciones propias de Dios”. El Arzobispado de Caracas recordó que el “Padre Nuestro” es patrimonio de los cristianos. Añadieron de manera muy categórica: “Los católicos exigimos que se respete el Padre Nuestro”. http://www.aleteia.org/es/politica/articulo/venezuela-los-catolicos-exigen-que-se-respete-el-padre-nuestro-5806431123013632 1.- Esta seudo-oración, a todas luces, es un parafraseo descarado del “Padrenuestro” que es parte de la simbología del cristianismo. El socialismo chavista hace tiempo que usa en forma burda e irrespetuosa algunos símbolos religiosos católicos: imágenes, sin olvidar la ideologización de las creencias religiosas populares, etc. Ahora han inventado esta seudo-oración: "Chávez nuestro que estás en el cielo en la tierra, en el mar y en nosotros, los y las delegadas, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu legado para llevarlo a los pueblos de aquí y de allá. Danos hoy tu luz para que nos guíe cada día, no nos dejes caer en la tentación del capitalismo, mas líbranos de la maldad de la oligarquía, del delito del contrabando porque de nosotros y nosotras es la patria, la paz y la vida. Por los siglos de los siglos amén. Viva Chávez". 2.- Los que aseguran que la religión es una forma de alienación, han aprendido a utilizar “lo religioso” con fines políticos. Los poderosos siempre han usado toda la estructura que configura la cultura y es especial la religión, para dominar al pueblo. El marxismo o ideologías que se han generado al interior de este pensamiento, no han podido hacer desaparecer lo que califican como “la alienación religiosa”. Han aprendido que se puede usar lo religioso para infiltrarse en el alma del pueblo. Entonces manipulan la fe popular con el apoyo de cómplices y activistas. 3.- En muchos creyentes sinceros, la presencia en la Iglesia de personas que hacen un esfuerzo por configurar un izquierdismo cristiano, les produce desconfianza. Porque ven estas formas de hacer política usando irrespetuosamente lo que ellos respetan y veneran o adoran. Otros católicos se esfuerzan por ser fieles a la concepción cristiana de la política. Dicen no necesitar ser de izquierda para luchar por una nueva sociedad, más justa, solidaria, pluralista, etc. Tolero a los que se definen como cristianos de izquierda, a veces valoro algunos aspectos de sus intenciones y pensamientos; lo mismo hago con personas que se dicen católicos tradicionales o de derecha, etc. Busco siempre un camino equidistante de toda forma de manipulación política de lo religioso, y a la vez siento y creo que es necesario mantener una actitud de diálogo como un valor superior para una sana y recta convivencia ciudadana y eclesial. 4.- Escucho con respeto, tolerancia y buena voluntad a todos los sectores que se puedan encontrar entre los católicos: conservadores, progresistas, moderados, apolíticos, etc. Pero, sin dejar de ser tolerante, siento que hay límites y por lo menos, se hace necesario expresar que no se apoya la utilización de lo religioso. Utilizar lo religioso, es muy diferente a fundar sobre valores cristianos una acción de bien común en la realidad secular o civil. Es diferente, porque estos fundamentos o principios religiosos pueden inspirar la solidaridad, justicia, libertad, etc. manteniendo en forma palpable el respeto por lo sagrado que no se puede reducir a un panfleto político o propaganda ideológica intolerante o burda utilización de símbolos religiosos. 5.- Es cuestionable lo que hacen algunos católicos para calificar de “comunistas” a algunos teólogos o consagrados que buscando una praxis se acercan a los sectores populares y se encuentran con sub-culturas de izquierda con las cuales tienen que dialogar. No es justo generalizar o simplificar desde otra ideología que tampoco es un discernimiento desde la fe, sino es otra utilización seudo-teológica. Lo mismo, es cuestionanable lo que hacen ciertos “católicos” que pre-juiciosamente descalifican todo, repito todo, lo que creen y viven los sectores más conservadores de la Iglesia Católica. Los hechos demuestran que en todos los sectores hay personas sinceras, bien intencionadas y buenas en términos valóricos. La historia de la Iglesia muestra cientos de santos y santas de todas las clases sociales. Todos ellos o ellas, en consecuencia, tenían diferencias culturales, sociales, etc. En lo esencial vivían en comunión con Dios, pero, estaban condicionados por la dinámica social y necesitaban vivir la unidad en la verdad, practicaban la libertad en lo opinable y seguramente, vivieron la tolerancia, prudencia, etc. La Iglesia en realidad no es monolítica. Lo mudable de la vida, genera diferencias legítimas entre los fieles, que no afectan negativamente lo esencial de la fe. Pero, la utilización de lo religioso, es otra cosa, que debe ser cuestionada. 6. Es contradictorio fomentar el ecumenismo, el diálogo inter-religioso y citar al concilio Vaticano II, etc. y ser sectarios o discriminar al interior de la Iglesia y por temas políticos o contingentes. La unidad entre los creyentes es necesaria para renovar la vida intra-eclesial. Bastante superficial ha sido o es la catequesis que no logra hacer tomar conciencia a los católicos de lo que es esencial en la fe y lo que tiene que ser asumido con libertad, respetando la diversidad de opiniones sobre lo político, lo económico, etc. formas diversas de construir lo temporal o secular. Esta es una falencia de fondo. El un trabajo pastoral: lograr una unidad en la verdad, libertad en lo opinable, pero en todo amor, respeto, tolerancia y cooperación, etc. entre los católicos. Otra cosa muy distinta es un uso burdo de lo sagrado. La diversidad en la Iglesia es una realidad que no siempre se sabe asumir. El clasismo, por mencionar un anti-valor, entre los cristianos, es la negación de los valores más esenciales del cristianismo. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

domingo, 31 de agosto de 2014

EL DERECHO DE LOS POBRES Y LA RECEPCIÓN GRATUITA DE LOS SACRAMENTOS.

EL DERECHO DE LOS POBRES Y LA RECEPCIÓN GRATUITA DE LOS SACRAMENTOS. Reflexiones Teológicas Dominicales. 31-agosto-2014. Se afirma con mucha convicción, los Sacramentos de la Iglesia no se venden. No tienen precio. Querer comprar o vender, por ejemplo, el Cuerpo de Cristo, es un absurdo, me decía un joven sacerdote, hace unos días. La Gracia Divina es invaluable pues consiste en la participación de la misma Vida Divina. ¿Es razonable decir esto? Sí, desde la “racionalidad de la fe” es verdadero. Pero, hay otros aspectos que hay que tratar. 1.- Este mismo sacerdote me comentaba: en una Misa de Bodas, los dos Sacramentos: Eucaristía y Matrimonio, son absolutamente gratuitos. Pero el sacerdote oficiante merece sus honorarios. Le respondí: o los necesita. ¿Cuánto gana un médico en una hora?, ¿Cuánto vale una hora de trabajo de un arquitecto o de un sicólogo? Preguntó mi amigo sacerdote. Insistí: pero la gracia divina no tiene precio. Pero la ceremonia en la que se confieren los Sacramentos sí tiene un costo que evidentemente debe pagar el que lo solicita. Me respondió el consagrado. Entonces le propuse ir a ciertos detalles sobre este tema tan delicado, porque lo es. Conversamos sobre los creyentes que a veces no pueden pagar el estipendio. Se llama "estipendio" por no llamarlo limosna o propina. También hay que preguntarse, en esta comparación del sacerdote con un profesional. ¿Cuánto gana un obrero rural? ¿Cuánto gana un trabajador temporero, mujer u hombre? ¿Una persona que no tiene trabajo? 2.- Ubiquemos este tema en un contexto concreto: las bodas, por ejemplo, incluyen muchas cosas que hay que pagar honestamente: flores, cantores, alfombras, luz, empleados, trámites, limpieza, etc. El mantenimiento de un templo también exige cosas como reparaciones, limpieza, etc. Eso es común en restaurantes, cines, teatros, hospitales, transportes, etc. En un restaurante por ejemplo, no tan solo estamos pagando el costo de los alimentos sino todo el servicio y el inmueble. Es un razonamiento económico fríamente realista. 3.- Pensemos en este otro aspecto de este tema: un ingreso común en las parroquias son las donaciones que dan los fieles por la celebración de sacramentos, exequias o por la utilización de los velatorios. Se dice: “el ministro no debe pedir nada por la administración de los sacramentos fuera de las ofrendas determinadas por la autoridad competente. Y se agrega: “el ministro, ha de procurar que los necesitados no queden privados de la ayuda de los sacramentos por razón de pobreza”. Sobre los necesitados que son los pobres ¿Qué es lo que se hace realmente? 4.- Pero, quiero insistir en otro elemento de este breve análisis: “Podemos decir que el sacerdote vive de las ceremonias, porque es el momento en que el fiel recompensa a su ministro de todo lo que hace por la feligresía. Es cuando el sacerdote percibe algo por las horas gratuitas en el confesionario, por las consultas, en su oficina, por los cursos o pláticas, por el tiempo empleado en administrar la parroquia a su cargo, por las visitas a los enfermos, a los hospitales, por las horas de estudio y las actividades que consumen sus días. Y esto es clave: “Tan solo en las ceremonias es cuando la gente contribuye al sostenimiento de sus sacerdotes” ¿y la contribución a la Iglesia o el 1%? Esto último es muy relativo. Una mínima parte de los católicos paga el 1%. En términos prácticos ¿son gratuitos los servicios del clero? Definitivamente no. 5.- Hay otro tema importante que se menciona aquí: los sacramentos. Si buscamos en la Biblia la palabra "sacramento" no la encontraremos, por lo menos en el sentido que hoy le damos. Pero esto no quiere decir que no tengan fundamento bíblico. De hecho todos ellos fueron instituidos por Nuestro Señor Jesucristo. La palabra sacramento es de origen latino, los cristianos la usaron desde los primeros años para significar lo que se refería a los signos litúrgicos, celebraciones eclesiales y a los hechos sacros. Es decir, a los actos de culto. Pero con el correr del tiempo, esta palabra se dejó para referirse exclusivamente a los signos sagrados instituidos por Jesucristo. San Agustín, que vivió en el siglo IV, fue quien más contribuyó a la clarificación del concepto de "sacramento" y no fue hasta el siglo XII, que se fijó el número de sacramentos como siete. Los sacramentos, como hoy los presenta la Iglesia son: Actos salvadores de Cristo, que la Iglesia comunica al hombre mediante signos sensibles. Y un signo sensible es un símbolo. Y un símbolo es una expresión figurada y visible o representación sensible, de una realidad invisible. El valor de un símbolo no está en lo que él es de por sí, sino en lo que indica, en lo que representa. No son simples ceremonias. Ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del cuerpo de Cristo y a dar culto a Dios, los sacramentos no solo suponen la fe, sino que también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por eso se llaman sacramentos de la fe. Los sacramentos nos dan o aumentan la Gracia Divina. Son el mismo Cristo que nos bautiza, perdona, alimenta espiritualmente con su amor, etc. 6.- Ahora puedo ir a lo que motivó realmente este artículo y es parte de su título: hay un sacerdote que es esclavo del dinero y se olvida o ignora culpablemente lo que dice el Código de derecho canónico en el Canon 848: “Fuera de las oblaciones determinadas por la autoridad competente, el ministro no debe pedir nada por la administración de los sacramentos, y ha de procurar siempre que los necesitados no queden privados de la ayuda de los sacramentos por razón de su pobreza”. Esto se lo comenté a mi amigo sacerdote y él, me pregunto: ¿Qué hace el Obispo? Aquí no escribiré mi respuesta. Pero, esto es lo que ocurre en una parroquia de mi Diócesis: sólo un caso entre otros. Un hombre pobre pidió un servicio fúnebre, pero no le alcanzó el dinero para pagar la tarifa. El cura simplemente no celebró la ceremonia. El pobre hermano, fue a otra parroquia y logró pagar menos y su familar fallecido pudo ser despedido por sus deudos según la piadosa tradición que para estos casos ha reglamentado la Iglesia. ¿Qué diría de esto el Papa Francisco? Y no es el único caso. En algunas parroquias de Santiago se cobra $300.000 o más por un casamiento. Por dar un ejemplo. ¿Qué pobreza viven estos curas? ¿Un pobre podría casarse en esas parroquias? ¿De qué Iglesia Fraternal hablan esos curas? ¡Pobre Iglesia Católica! ¡Pero, Cristo purificará a su Iglesia! Es de fe: el mundo no la vencerá. Los creyentes sinceros y santos nunca han dejado de dar testimonio de Cristo Resucitado, que venció al mal. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

lunes, 25 de agosto de 2014

EL EXTERMINIO DE PERSONAS POR RAZONES RELIGIOSAS ES UN CRIMEN EN CUALQUIER MOMENTO HISTÓRICO: EN LA ANTIGÜEDAD BÍBLICA O NO-BÍBLICA, EN LA EDAD MEDIA… AHORA EN IRAK U OTRO LUGAR Y EN EL FUTURO. Reflexiones teológicas dominicales. 24. Agosto.2014.

EL EXTERMINIO DE PERSONAS POR RAZONES RELIGIOSAS ES UN CRIMEN EN CUALQUIER MOMENTO HISTÓRICO: EN LA ANTIGÜEDAD BÍBLICA O NO-BÍBLICA, EN LA EDAD MEDIA… AHORA EN IRAK U OTRO LUGAR Y EN EL FUTURO. Reflexiones teológicas dominicales. 24. Agosto.2014. Las instituciones no valen por sí mismas, valen en la medida que sirven al ser humano. Es la persona humana el centro de cualquier institución social o legalmente constituida. La esencia de la conciencia humana es personal, no se disuelve en la colectividad. Cada individuo racional y libre como es el hombre y mujer, es un sujeto responsable de su conducta; es culpable o no de un delito cometido dentro de un contexto institucional. Esto se hace más tangible, cuando una institución tiene objetivos loables o éticamente buenos y necesarios para la vida humana en el ámbito personal o social, privado o público. En cambio si una entidad fue creada para hacer el mal, cometer delitos o realizar crímenes de lesa humanidad; se puede afirmar que sus integrantes son criminales; lo que no anula la necesidad ética y legal del procedimiento judicial para juzgar y sancionar un crimen cometido por un miembro específico o varios. Es decir, cuestionar una institución no es leer en blanco y negro, supone el análisis racional, el discernimiento lúcido y honesto. La responsabilidad institucional supone el deber de asumir un delito cometido por un miembro o varios, pero esto no significa “criminalizar” a toda la institución, sobre todo cuando los fines de esta entidad es el bien común. Ejemplo, la ONU, la Iglesia Católica, Carabineros, etc. En la Iglesia hay problemas de tipo ético, en la ONU y otras entidades públicas nacionales o internacionales se han cometido abusos y diversos crímenes o delitos, etc. pero los que asumen la razón original de ser de estas organizaciones, tienen el deber de seguir cumpliendo su misión. Es lo que el Papa Francisco hace al pedir a la ONU y comunidad internacional una intervención para frenar las masacres de cristianos y otras minorias en Irak. Es una petición compleja y que se puede manipular o interpretar desde lo peor de una ideología y oportunismo de grupos interesados. Pero, la intención del Papa busca la paz, aplicando la dinámica de la paz y amor fraternal. Cito: “En una dramática carta enviada al Secretario General de la Organización de la ONU, Ban Ki-moon, el Papa Francisco pidió a la comunidad internacional hacer todo lo posible para frenar las masacres de cristianos y otras minorías en Irak, que siguen sufriendo la violencia y la intolerancia del Estado Islámico en el norte del país. “Pongo ante usted las lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los Cristianos y de las otras minorías religiosas de la amada tierra de Irak”, expresó el Santo Padre. “Mientras renuevo mi llamado urgente a la comunidad internacional a intervenir para poner fin a la tragedia humanitaria en curso –agregó-, animo a todos los organismos competentes de las Naciones Unidas, en particular a los responsables de la seguridad, la paz, el derecho humanitario y la asistencia a los refugiados a continuar sus esfuerzos en conformidad con el Preámbulo y a los Artículos pertinentes a la Carta de las Naciones Unidas”. El Papa Francisco expresó que tiene “el corazón cargado y angustiado” por los “dramáticos eventos de estos últimos días en el norte de Irak, donde los cristianos y las otras minorías religiosas han sido obligados a huir de sus casas y asistir a la destrucción de sus lugares de culto y del patrimonio religioso”. “Conmovido por su situación, he pedido a Su Eminencia el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos -que sirvió como Representante de mis predecesores, el Papa San Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI, ante el pueblo de Irak-, que manifieste mi cercanía espiritual y que exprese mi preocupación, y la de toda la Iglesia católica, por el intolerable sufrimiento de aquellos que solo desean vivir en paz, armonía y libertad en la tierra de sus antepasados”, señaló. El Papa Francisco señaló que “los ataques violentos que están extendiéndose a lo largo del norte de Irak no pueden sino despertar las conciencias de todos los hombres y mujeres de buena voluntad para cumplir acciones concretas de solidaridad, para proteger a cuantos son golpeados y amenazados por la violencia y para asegurar la asistencia necesaria y urgente a tantas personas refugiadas, así como también el regreso a sus ciudades y a sus hogares”. “Las trágicas experiencias del siglo XX y la más elemental comprensión de la dignidad humana, obliga a la comunidad internacional, en particular, a través de las normas y de los mecanismos del derecho internacional, a hacer todo lo posible para detener y prevenir ulteriores violencias sistemáticas contra las minorías étnicas y religiosas”, expresó. En ese sentido, manifestó al Secretario General de la ONU su confianza en que su llamado “que uno al de los Patriarcas Orientales y de los demás líderes religiosos, encontrará una respuesta positiva”. VATICANO, 13 Ago. 14 / 10:45 am (ACI/EWTN Noticias).- Conclusión: En el pasado no pocos cristianos mataron en nombre de Dios. El estudio del Antiguo Testamento, nos narra la dureza de la ley contra los homosexuales, las guerras de religión en nombre de Dios, que se justificaron desde la misma religión, etc. Es impresionante comprobar la intolerancia y fanatismo que fundamentan ciertas leyes que se suponian de origen divino. Hoy esto se está repitiendo con el extremismo de grupos islámicos que no representan a todos los musulmanes, que rechazan esta barbarie. Desde una lectura actual del evangelio, no es posible justificar esta violencia, pasada o actual. En la historia de la Iglesia antigua, medioeval, moderna, etc. siempre existieron hombres y mujeres, consagrados o laicos, santos o santas, consecuentes con el proyecto cristiano, que fueron artesanos de la paz, misericordia, reconciliación, etc. hoy esto no es diferente, el Papa Francisco es un ejemplo viviente. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

domingo, 17 de agosto de 2014

EL LADO OSCURO DE LA ONU Y LA INEXISTENCIA DE UNA COMUNIDAD INTERNACIONAL DEMOCRÁTICA.

Estamos en el siglo XXI y no existe una comunidad internacional, realmente constituida por ciudadanos organizados en sociedades civiles y Estados con poderes proporcionales y soberanos para establecer leyes y situaciones de convivencia internacional justas para todos los pueblos de la tierra. “1.- De la Organización de Naciones Unidas la mayoría de personas tienen la imagen de que sirve para luchar contra la pobreza, los conflictos y la desigualdad en el mundo. Tristemente, y quizá porque forma parte del ser humano, la corrupción y la avaricia están muy latentes en esta organización. Es el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt quien decide la denominación “Naciones Unidas”. Esta expresión se usa por vez primera en enero de 1942, cuando los dignatarios de más de veinte países aprueban la “Declaración de las Naciones Unidas”, que les instaba a continuar combatiendo unidos contra los enemigos comunes. En el año 1945, mandatarios de 50 países se encuentran en la Conferencia de las Naciones Unidas, en San Francisco, para crear la Carta de las Naciones Unidas, que es rubricada en junio del mismo año por los enviados de esos 50 países. Citar como curiosidad que a Polonia le fue imposible acudir a la importante cita, ya que su nuevo gobierno no estaba constituido en esas fechas. Firmaría la Carta cuatro meses más tarde, convirtiéndose en el integrante número 51. Las Naciones Unidas nacen pública y legalmente el 24 de octubre de 1945. Los únicos cinco países que tienen derecho a veto son: China, Estados Unidos, Francia, la Federación Rusa y Reino Unido.Pero la ONU ya empezó con mal pie, con la corrupción y la codicia pisándole los talones. 2.- El terreno donde se pretende levantar el edificio que albergue la sede de la ONU, está en Nueva York y pertenece a la familia Rockefeller. Situado en una zona apartada, donde principalmente se divisan fábricas, y sin ningún valor económico. Pero eso iba a cambiar si se alzaba en aquel lugar una obra tan importante, todo se revalorizaría y lo que no valía nada pasaría a valer miles de dólares. Esa información corre como la pólvora, y muchos altos cargos de las Naciones Unidas compran terrenos en las cercanías de donde iba a situarse el nuevo edificio. Por supuesto, ganaron millones de dólares. 3.- Hay muchos casos terribles que se pueden contar, y uno de ellos es sin duda el de las vacunas contra la malaria que debían curar a los niños ruandeses. De una manera incomprensible no llegaban a su destino, hasta que se descubrió que un alto cargo de la ONU en el Congo las estaba vendiendo en el mercado negro y enriqueciéndose con ello. Este individuo se encontraba amparado por Butros Ghali, diplomático egipcio que fue Secretario General de la ONU entre 1992 y 1996; y Koffi Annan, que también fue Secretario General de Naciones Unidas desde 1997 hasta el año 2006. Es conveniente citar en este punto, que en el año 2001 el señor Annan, junto con la ONU, son reconocidos con el Premio Nobel de la Paz. 4.- Cuando Kofi Annan pasa a ser Secretario General de Naciones Unidas, se le solicita que intente controlar la corrupción que campa a sus anchas dentro de la Organización, pero él desoye totalmente la petición. Sin embargo, en su segundo mandato y ya conocedor de que Estados Unidos no le va a seguir apoyando, lleva a cabo unos tímidos intentos que no llevan a ninguna parte. Y no llegan a ninguna parte porque el señor Annan se ve involucrado de lleno en la corrupción política. 5.- El programa “Petróleo por alimentos” se pone en marcha en 1996 para paliar la falta de alimentos, medicamentos y demás productos de primera necesidad que el pueblo iraquí estaba sufriendo desde la llamada Guerra del Golfo. Las Naciones Unidas consienten en que Irak venda un número determinado de barriles de petróleo, para que con ese dinero les sea posible adquirir medicamentos y alimentos para la población civil. Lo que ocurre es que se sacan más barriles de los que se declaran, barriles que se venden en el mercado negro y cuyos beneficios van a parar una parte a las arcas del gobierno de Saddam Hussein, y la otra a los bolsillos de la persona que hace de mediadora. El sumo escándalo fue cuando se descubre que el hijo y el hermano de Kofi Annan están involucrados en la estafa. 6.- En abril de 1994, un oscuro accidente aéreo acaba con la vida de los presidentes de Burundi y Ruanda. Es la chispa que enciende el polvorín de Ruanda, impulsando la carnicería que se produjo entre hutus y tutsis, y que provocó casi 800.000 muertos. El general canadiense Roméo Dallaire, comandante de las fuerzas de UNAMIR en Ruanda, le remite un telegrama urgente a Kofi Annan, advirtiéndole que han descubierto que los hutus están comprando cantidades ingentes de armas cuya finalidad es acabar con la minoría tutsi, y que su opinión es que hay que pararlos de inmediato. Pero la ONU ignora la advertencia y se cruza de brazos. Más tarde, el señor Annan negaría haber recibido telegrama alguno. Cuando dicho documento salió a la luz y no pudiéndolo ya negar, afirmó que cuando llegó el telegrama él no estaba en Nueva York. Creo que sobra cualquier comentario. El resultado de esa desidia e indiferencia por la vida de los demás del señor Kofi Annan y sus acólitos, fueron 800.000 personas atrozmente asesinadas”. Beatriz Moragues Conclusión: Los Estados nacionales periféricos son sobrepasados por poderes transnacionales y entre los Estados más poderosos, algunos ejercen una forma de poder que es incompatible con una comunidad internacional, que en realidad no funciona, porque no existe. Construir una comunidad internacional democrática es una tarea pendiente. La ONU no está costruyendo un mundo más justo y libre; al contrario es funcional a los intereses imperialistas vigentes y el hecho que solamente algunos poderosos sean los que hacen y deshacen, habla muy mal de la ONU. China, por ejemplo, no sobresale por su defensa de los derechos humanos, es un sistema opresivo con grupos de poder que abusan en nombre de una ideología totalitaria e intolerante. La ONU está cada vez más influenciada por ideologías excluyentes y pierde autoridad moral y civil ante grupos significativos de la población mundial. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

sábado, 16 de agosto de 2014

LA ASUNCIÓN DE MARÍA ES UN FRUTO DE LA REDENCIÓN DE JESUCRISTO. REFLEXIONES TEOLÓGICAS DOMINICALES. 17-AGOSTO-2014.

La Asunción de María, como otros casos, no está en la Biblia en forma expresa, pero sí se concluye de la Biblia en forma necesaria. Es decir está en la Biblia en forma implícita. Recordemos que la Biblia debe leerse como un todo (2 Tm 3, 16-17), o de lo contrario terminaremos haciendo decir a la Biblia lo que no dice. “asunción" no es lo mismo que “ascensión". La “ascensión" es el hecho de ascender a los cielos por sí mismo como Jesús (Lc 1, 3-11). “Asuncion" es ser llevado a los cielos por Dios mismo. "Al final de su vida, la Virgen María pasó a la otra a través de un hecho que no puede llamarse muerte como la conocemos universalmente, para cumplir con 1 Tes 4,17. Su persona fue excepcional para cumplir con Lc 1,28. Y vive en el cielo en cuerpo y alma para cumplir con Lc 1,28 y Hech 1,9". 1.- Las personas pueden ser asuntas a los cielos como María. Fue antes el caso de Enoc (Gn 5, 24) o de Elías (2 Re 2, 11-12). Dice la Biblia: "Yavé hizo subir a Elías al cielo en un torbellino..." (2 Re 2, 1). Enoc vivió de acuerdo a la voluntad de Dios. ("Enoc anduvo con Dios...." dice Gn 5, 22). Dice San Pablo: “Por su fe también Henoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan." (Hb 11, 5-6). Dice San Pablo: "Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor". 1 Tes 4,17. "Les decía también: "Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios." Mc 9,1. 2.- La muerte no es la destrucción total de nuestro ser. El cuerpo muere, el alma es inmortal. “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos" Mt 22,32 "Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor" Fil 1,23 "... Se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús." Mc 9,1-4. Si abraham, Isaac, Jacob, Elías y Moisés estaban vivos junto a Dios con mayor razón María, la sierva y Madre de Dios, que vivió unida a su hijo. Estos versículos indican que los cristianos viviendo en gracia de Dios y presencien la venida física de Jesucristo en los últimos tiempos, no morirán la muerte terrenal sino que pasarán directamente al cielo en cuerpo y alma para toda la eternidad. La asunción está en la Biblia relacionada con la inmortalidad del alma y nueva vida, fruto de la acción redentora de Jesucristo, único salvador necesario, que transforma la vida humana según el plan de Dios.. 3.- María es la “Llena de Gracia" le dice el ángel Gabriel (Lc 1, 28), quien también le dice que Dios está con ella (la maravillosa frase de Lc 1, 28 es “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo."); Enoc anduvo con Dios, pero Dios estaba con María. El mismo Dios, por su mensajero, la declara llena de gracia en una forma permanente pues ha encontrado el favor de Dios (Lc 1, 30) y María acata en forma totalmente incondicional la voluntad del Altísimo (Lc 1, 38). Es tal el estado de María, que –antes de la pasión de Jesucristo- puede declarar que Dios la ha salvado y todas las generaciones la llamarán bienaventurada (Lc 1, 48). Siendo así, es un caso como el de Enoc en grado máximo, pues mereció ser la Madre de Nuestro Señor (“...has encontrado el favor de Dios" dice el ángel). Tenemos claro entonces que María agrada a Dios y es modelo de Fe, en tan esplendoroso sentido que ya es salva desde antes de la pasión de Nuestro Señor. 4.- En María se anticipan los frutos de la redención de su hijo. Decía Jesús a los saduceos: “Pues cuando resuciten de la muerte, ya no se casarán hombres y mujeres, sino que serán en el cielo como los ángeles." (Mc 12, 25). Dice San Pablo: “ Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos hacia él." (1 Co 8, 6) Y en otra parte: “ Nosotros tenemos nuestra patria en el cielo, y de allí esperamos al Salvador que tanto anhelamos, Cristo Jesús, el Señor." (Fil 3, 20) Esa es una promesa. Cuando María visita a su prima Santa Isabel, esta –llena del Espíritu Santo- declara “¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!" (Lc 1, 45).Jesús, les dice a los apóstoles que les prepara una morada en la casa del Padre: “No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino." (Jn 14, 1-4). Tenemos entonces frente a nosotros la promesa de la Resurrección. Ya Dios había salvado a María, por los meritos de Cristo, no quedaba sino que al final de su vida resucitara inmediatamente. "La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (Catecismo, n. 966). María nos precedió en el cielo y nos precederá siempre, como madre del rey que se sienta al lado del trono (Sal 45(44), 7-10). Conclusión: Así las cosas, el dogma de la Asunción de María es plenamente bíblico. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule. Estudiante de Magister en Ciencias Religiosas y Filosóficas. Mención Filosofía. UCM.

jueves, 2 de enero de 2014

VOCABULARIO BÍBLICO “Justificación”

VOCABULARIO BÍBLICO “Justificación” Ser justificado es normalmente hacer uno que triunfe su causa sobre la de un adversario, hacer que resplandezca su derecho. Pero no es necesario que esto suceda delante de un tribunal ni que el adversario sea un enemigo. El campo de la justicia es incomparablemente más vasto que el de la ley y hasta que el de las costumbres. Toda relación humana comporta su justicia, su norma propia: respetarla es tratar a cada uno de aquellos con quienes uno está en contacto con el matiz exacto que le conviene, y que no está determinado únicamente al exterior por su gesto en la sociedad y por los gestos que realiza, sino también y más profundamente por su ser mismo, sus dotes y sus necesidades. Ser justo es hallar la actitud exacta que conviene adoptar con cada uno; ser justificado es, en caso de prueba o de debate, demostrar uno no tanto su inocencia cuanto la justeza de todo su comportamiento, es hacer que resplandezca su propia justicia. I. SER JUSTIFICADO DELANTE DE DIOS Querer ser justificado delante de Dios, pretender tener razón contra él parece una cosa impensable; lejos de aventurarse a ello, teme uno sobre todo que Dios mismo tome la iniciativa de una discusión cuyo resultado es de antemano fatal: «No entres en juicio con tu servidor; ningún viviente será justificado delante de ti» Sal 143,2, porque «si tú retienes las faltas,... ¿quién, pues, subsistirá?» Sal 130,3. La sabiduría está en confesar uno su pecado y, en silencio, dejar que Dios haga brillar su justicia: «Tú eres justo cuando juzgas» Sal 51,6. En el fondo, lo extraño no es que el hombre nunca sea justificado delante de Dios, sino más bien que pueda concebir esta idea y que la Biblia no parezca hallarla monstruosa. Job sabe, sí, que «el hombre no puede tener razón contra Dios» Job 9,2, que «él no es un hombre...» y que es «imposible discutir, comparecer juntos en justicia» 9,32; sin embargo, no puede renunciar a «proceder en justicia, consciente de estar en [su] derecho» 13,18s. Una vez que Dios es justo, Job no tiene nada que temer de esta confrontación, en la que «Dios hallaría en su adversario a un hombre recto» y Job «haría triunfar [su] causa» 23,7. En realidad Dios mismo, aun reduciendo a Job al silencio, si bien lo convence de necedad y de ligereza 38,2 40,4, no por eso le quita la razón en el fondo. Y en la fe de Abraham reconoce un gesto por el que el patriarca, aunque no adquiere una ventaja para con él, por lo menos responde exactamente a lo que de él esperaba Gen 15,6. Así pues, el AT plantea la justificación del hombre ante Dios a la vez como una hipótesis irrealizable y como una situación para la que ha sido hecho el hombre. Dios es justo, lo cual quiere decir que nunca le falta la razón y que nadie puede disputar con él Is 29,16 Jer 12,1, pero esto quiere quizá también decir que, sabiendo de qué barro nos ha hecho y para qué comunión nos ha creado, no renuncia, precisamente en nombre de su justicia y por consideración para con la criatura, a hacerla capaz de ser delante de él lo que exactamente debe ser, justa. II. JUSTIFICADOS EN JESUCRISTO Lo que el AT deja quizá presentir, el legalismo judío en que había sido educado el fariseo Pablo creía seguramente, si ya no poderlo alcanzar, por lo menos deber tender a ello: puesto que la ley es la expresión de la voluntad de Dios y la ley está al alcance del hombre Dt 30,11 —en realidad, al alcance de su inteligencia: inteligible y fácil de conocer—, basta que el hombre la observe íntegramente para que pueda presentarse delante de Dios y ser justificado. El error del fariseo está no en este sueño de poder tratar a Dios según la justicia, como merece ser tratado; el error está en la ilusión de creer poder lograrlo por sus propios recursos, en querer sacar de sí mismo la actitud que alcanza a Dios y que Dios espera de nosotros. Esta perversión esencial del corazón que quiere tener «el derecho de gloriarse delante de Dios» Rom 3,27, se traducepor un error fundamental en la interpretación de la alianza, que disocia la ley y las promesas, que ve en la ley el medio de ser justo delante de Dios y olvida que esta misma fidelidad no puede ser sino la obra de Dios, el cumplimiento de su palabra. Ahora bien, Jesucristo fue realmente «el justo» Act 3,14; fue delante de Dios exactamente lo que Dios esperaba, el siervo en el que el Padre pudo al fin complacerse Is 42,1 Mt 3,17; supo «cumplir toda justicia» hasta el fin Mt 3,15 y murió para que Dios fuera glorificado Jn 17,1.4, es decir, apareciera delante del mundo con toda su grandeza y su mérito, digno de todos los sacrificios y capaz de ser amado más que nada Jn 14,30. En esta muerte, que apareció como la de un reprobado Is 53,4 Mt 27,43-46, halló Jesús en realidad su justificación, el reconocimiento por Dios de la obra realizada Jn 16,10, que Dios mismo proclamó resucitándolo y poniéndolo en plena posesión del Espíritu 1Tim 3,16. Pero la resurrección de Jesucristo tiene por fin «nuestra justificación» Rom 4,25. Lo que no podía operar la ley y que, por el contrario, mostraba como categóricamente descartado, es un don que nos hace la gracia de Dios en la redención de Cristo Rom 3,23s. Este don no es un mero «como Si», una condescendencia indulgente por la que Dios, viendo a su Hijo único perfectamente justificado ante él, consintiera en considerarnos como justificados por razón de nuestros vínculos con él. Para designar un simple veredicto de gracia y de absolución no habría empleado san Pablo la palabra justificación, que significa, por el contrario, el reconocimiento positivo del derecho puesto en litigio, la confirmación de la justeza de la posición adoptada. El gesto por el que Dios nos justifica, no lo habría atribuido a su justicia, sino a su pura misericordia. Ahora bien, la verdad es que en Cristo «quiso Dios mostrar su justicia... a fin de ser justo y de justificar a todo el que invoca su fe en Jesús» Rom 3,26. Evidentemente, Dios manifiesta su justicia primero para con su Hijo «entregado por nuestras culpas» Rom 4,25 y que, por su obediencia y su justicia, mereció para una multitud la justificación y la justicia Rom 5,16-19. Pero el que Dios otorgue a Jesucristo merecer nuestra justificación no quiere decir que en atención a él consienta en tratarnos como a justos: esto quiere decir que en Jesucristo nos hace capaces de adoptar la actitud exacta que espera de nosotros, de tratarle como se merece, de darle efectivamente la justicia a que tiene derecho, en una palabra, de ser realmente justificados delante de él. Así Dios es justo consigo mismo, sin rebajar nada del honor y de la gloria a que tiene derecho, y es justo con sus criaturas, a las que concede, por pura gracia, pero por una gracia que las afecta en lo más profundo de ellas mismas, hallar para con él la actitud justa, tratarle como quien es, el Padre, es decir, ser realmente sus hijos Rom 8,14-17 1Jn 3,1s. III. JUSTIFICADOS POR LA FE Esta regeneración interior por la que Dios nos justifica no tiene nada de transformación mágica; se efectúa realmente en nosotros, en nuestros gestos y en nuestras reacciones, pero desposeyéndonos de nuestro apego a nosotros mismos, de nuestra propia gloria Jn 7,18, y ligándonos a Cristo en la fe Rom 3,28ss. En efecto, creer en Jesucristo es reconocer en él al que el Padre ha enviado, es prestar adhesión a sus palabras, es arriesgarlo todo por su reino, es «consentir en perderlo todo... a fin de ganar a Cristo», en sacrificar uno «[su] propia justicia, la que viene de la ley» para recibir «la justicia... que viene de Dios y se apoya en la fe» Flp 3,8s. Creer en Jesucristo es «reconocer el amor que Dios nos tiene» y confesar que «Dios es Amor» 1Jn 4,16, es llegar al centro de su misterio, ser justo.