Entradas populares

sábado, 29 de junio de 2013

RENOVAR LA VIDA DE FE O ADMINISTRAR TEMORES Y SUPERSTICIONES.

RENOVAR LA VIDA DE FE O ADMINISTRAR TEMORES Y SUPERSTICIONES. 1.- Elías es el profeta por excelencia. Prototipo del profetismo de todos los tiempos. Fue llamado por Dios. Su autenticidad se refiere a la fidelidad que asumió para anunciar y denunciar según el Plan de Dios. Sufrió persecuciones y momentos de peligro para su vida. Pero, vivió y murió en comunión con Dios. En 1Re 19, 16.19-21 se describe la elección de Eliseo como sucesor de Elías. Dios lo llama a través de Elías. 1Re 19, 16 "Unge a Eliseo, el hijo de Safat, originario de Abel-Mejolá para que sea profeta en lugar tuyo". Eliseo fue ungido en medio de su trabajo de agricultor. 1Re 19, 19 “Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de é1 trabajaban doce yuntas de bueyes y é1 trabajaba con la última. Elías pasó junto a él y le echó encima su manto”. Eliseo vive en familia, amando y creciendo en fidelidad a Dios en medio de los suyos y este amor fiel que también tiene como fuente el mismo amor de Dios, lo “hizo capaz de reconocer el llamado a ser profeta” 1Re 19, 20 “Entonces Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás de E1ías y le dijo: “Déjame dar a mis padres el beso de despedida y te seguiré". E1ías le contestó: "Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo''. Eliseo sacrificó sus dos bueyes, asó la carne con la madera de su herramienta de trabajo: su arado y comió con su gente. Estamos en una cultura religiosa, que cree en un Dios creador del mundo y sostenedor de este mundo creado. Este sacrificio tuvo un sentido de adoración a Dios. No fue un simple matar para hacer un asado como se usa hoy en nuestra cultura secularizada. Celebró con sus cercanos la fidelidad a Dios y se fue a vivir esta fidelidad, lo que había celebrado con los suyos en medio de la realidad donde ha vivido desde su infancia. Era un israelita fiel a la Alianza. Por lo mismo después predicaría a los israelitas la necesidad de ser fieles a este Pacto y anunciaría la justicia de Dios. 1Re 19, 21 “Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrificó, asó la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio”. 2.- Los profetas de Israel denunciaron la infidelidad a la Alianza, pero también la misericordia de Dios. Fueron testigos heroicos y consecuentes. El pueblo y clase dirigente se apartó muchas veces del culto al Dios verdadero cayendo en la idolatría y creencias vanas o supersticiones de origen pagano. Muchos practicaban en apariencia los ritos de la ley de Moisés. Los profetas pedían una renovación de la fidelidad a la Alianza. Los falsos profetas se caracterizaron por desmentir o contradecir las denuncias de los Profetas de Dios. Estos falsos iluminados, “administraron” las vanas observancias de Reyes, sacerdotes y del pueblo. Se beneficiaron de este fraude seudo-profético. Hoy no es muy diferente. Hay buenos agentes pastorales y malos líderes espirituales que administran los temores y supersticiones que alienan moral y espiritualmente al hombre y mujer de nuestro tiempo. Esto se hace en nombre de una libertad que está cada vez más separada de la ley natural. La libertad también se deforma y termina alienando. 3.- El liberalismo actual no sabe ubicar el valor de la libertad en el contexto de la realidad humana siempre relacionada con una fuente divina de la verdad. Desde esta deformación de la libertad no se puede comprender la necesidad de la iniciativa salvadora de Dios. La libertad por sí misma no es suficiente para encontrar la plenitud o el sentido de la vida y no puede estar sobre o en contra de la verdad moral. No decide que es lo malo o que es lo bueno. El mal o el bien no se definen por votación popular. El ser humano es libre de hacer el bien o el mal, con sus inevitables consecuencias. Esto es siempre posible: promover la verdad y el error, pero nunca serán equivalentes. Los falsos profetas crecen como cizaña en el campo de la democracia y la misma democracia establece los procedimientos para evitar perder la humanización lograda, evitando la violencia fratricida y causar más males mayores y en el fondo, esta tolerancia, que tiene sus límites, está entre los valores del cristianismo. San Pablo, en Gál 5, 1. 13-18 define muy bien lo que es la libertad. Es preciso cuando dice: Gál 5, 13 “Su vocación hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los otros por amor". Seremos fieles a nuestra fe cristiana, en la medida que nuestro testimonio de vida nos haga propagadores de semillas de renovación y purificación de lo que llamamos solidaridad, amor al prójimo, justicia, fraternidad, espíritu de pobreza, consagración a Dios, etc. esto es posible sí vivimos en comunión con Dios y su Iglesia, cuerpo místico de Cristo, que de alguna manera es también, toda la humanidad. 4.- Administrar los temores y supersticiones, es un auto-engaño que algunos agentes pastorales padecen de cara a la actual crisis religiosa que viven miles de creyentes, que se refugian en prácticas masivas de religiosidad popular. Miles asisten una vez al año a un santuario, pagan mandas, practican un ritual establecido, pero la vida moral, la imagen de Dios que mantienen en su interioridad no son fieles a la verdad cristiana. Pero, dejan mucho dinero, que se traduce en obras solidarias, según se dice y así será. Es más cómodo administrar no promover una renovación de esa religiosidad popular con la participación de los mismos fieles, sin imposiciones desde arriba. Reunir mucha gente en un santuario no es necesariamente un hecho que muestre una fe auténtica. Muchos van a estas celebraciones, pero “viven muertos entre los muertos”, es decir no son verdaderos cristianos, viven supersticiosamente, “superponen apariencias rituales” que no están vinculadas con una vida de fe, que realmente une a Dios. Viven con temores, culpas y no experimentan la libertad de los hijos de Dios. Pero, también hay que decir con claridad, que entre estos fieles hay valores espirituales y no son pocos los que viven una fe-esperanza-amor y animan una renovación entre sus hermanos y hermanas. 5.- Los verdaderos agentes pastorales se caracterizan por vivir realmente la centralidad de Dios en la vida. No usan maliciosamente el anuncio del castigo divino, porque ellos mismos viven la libertad cristiana que es una consecuencia del Reino que viene y que no se impone por el miedo o terror religioso. La verdad revelada es fruto del amor de Dios. Dios es padre, no un castigador y nos adopta como hijos en el Hijo. En Lc 9, 57-62 se dice que Cristo, lo pide todo para seguirlo. Solamente él lo puede pedir todo sin oprimir y al contrario nos hace libres y nos nutre con su verdad. Su verdad nos posee, nosotros no la poseemos. Sabemos que él es la verdad, pero también sabemos que no se impone a nadie, se acepta libremente con todo el ser. 6.- Cantemos con el salmo 15. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. “Protégeme, Dios mío pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que Tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente; Tengo siempre presente al Señor y con El a mi lado, jamás tropezaré. Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción. Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti”. El temor no le canta alegremente a Dios. Solamente la alabanza verdadera tiene el signo del gozo del Espíritu que por sí mismo habla de la renovación de la vida de fe. La superstición de pagar con dinero o tormentos físicos la paz interior es un auto-engaño. Solo el seguimiento del único salvador del mundo nos hace libres y felices. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule.

No hay comentarios:

Publicar un comentario