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miércoles, 14 de noviembre de 2012

¡EL MUNDO ES UN JARDIN Y UN ESTERCOLERO A LA VEZ, PERO ES HUMANO A PESAR DE TODO!

Manifiesto Comunitarista- Personalista. A Eduardo Nicanor Frei Montalva, un líder humanista cristiano histórico (1911-1982) y, a todos los luchadores sociales, religiosos y políticos de todas las ideologías y tradiciones seculares y religiosas, que buscan construir una nueva sociedad más fraterna, comunitaria, libre, justa, tolerante y democrática. Es nuestro proyecto: Construir una civilización de la persona humana. Encender la antorcha de la Revolución Democrática. Darle un cauce heroico al Humanismo Cristiano. Agudizar la conciencia popular. Comunitarizar la fraternidad planetaria. Unificar la identidad en la diversidad. Cultivar el fruto de la Razón. Promover las relaciones cooperativas entre el Oeste-Este y el Norte-Sur. Liberar a los pueblos de la crueldad del mercado. Incitar la pasión de la renovación ideológica. Globalizar la demanda de los Derechos y Deberes Humanos. Sembrar la sensibilidad ecológica en los niños, Jóvenes, adultos y ancianos. Fomentar la trascendencia de la cultura artesanal y Folklórica. Propagar los valores perennes de las idiosincrasias de la tierra. Asumir el conflicto social en la praxis de los pobres. Desintegrar el sub-mundo del terrorismo y la tortura. Desangrar el corazón del fanatismo. Anunciar la ultra- urgencia de un nuevo hombre y una nueva mujer con hechos de humanización. Incinerar las huellas de las dictaduras y sistemas de intolerancia. Extender el arte, la ciencia y la tecnología. Vigorizar el largo aliento del Diálogo entre culturas, etnias, credos y sistemas. Superar la mera utopía del ensueño. Trabajar en la cantera épica de la vida comunitaria. Consagrar la existencia cotidiana. Prevenir a las nuevas generaciones de la presencia de la sombra impía de la intolerancia anti-religiosa. Aprender a ver al universo envuelto en la belleza de Dios. Evitar el vacío del sin sentido. Abrazar el heroísmo de la fragilidad humana. Acariciar la energía sexuada de la humanidad. Conservar el aíre puro que nos queda. Agradecer la vitalidad de la lluvia y de las estaciones del año. Compartir la tierra con todos los hombres y mujeres, dentro de los valores de un desarrollo sustentable. Sintonizar con toda la creación. Cristificar lo profano y efímero. Olfatear cotidianamente el aroma del esfuerzo extremo. Sobre los logros de cada día, esperar de Dios lo humanamente imposible. Modelar el barro de nuestra condición en el taller de la sabiduría eterna. Asumir la urgencia concreta del ideal. Dar pasos históricos hacia la construcción mundana de la justicia y equidad. Vivir el drama de la liberación. Destruir la maquinaria maldita del narcotráfico. Impulsar la acción no-violenta en los límites de la opresión. Activar la rebelión legítima, como último recurso, contra el capitalismo depredador. Mantener la posición avanzada del testimonio de la paz. Es nuestro proyecto final más cristiano: Edificar la Iglesia fraternal, profética y liberadora en la roca de los siglos. Desarrollar en plenitud los derechos y deberes de los laicos en la asamblea ecuménica. DEL LIBRO: “CANTOS Y ANTI-CANTOS DEL UNGIDO Y DE LA ÚLTIMA CUMBRE” DE MARIO A. DÍAZ MOLINA. (*) Estudiante en Práctica Profesional de 5° año de Pedagogía en Religión y Filosofía de la Universidad Católica del Maule. Colectivo Cultural Jorge Yáñez Olave.

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