Entradas populares

viernes, 17 de diciembre de 2010

El Cardenal Zen y el totalitarismo chino.

En estos días China organizó un boicot a la entrega de Premios Nobel de la Paz que recayó en una de sus víctimas, que se atrevió a pedir un cambio en el sistema que oprime a mil millones de sus compatriotas. Sumisos al boicot, los representantes de 18 naciones, entre las cuales algunas que se ubican ideológica y geográficamente lejos de su radio de alcance, como es el caso de Colombia, se abstuvieron de asistir a la entrega del premio en Suecia. En virtud de una economía próspera, que se basa en un trabajo con mano de obra virtualmente esclava y con un mercado de consumo enorme, China intimida y somete al mundo neo-liberal que adora al ídolo del mercado.

Todas estas consideraciones llevan a leer con especial atención el discurso pronunciado por el Cardenal Zen, arzobispo dimisionario de Hong Kong, pronunciado el pasado 19 de noviembre, antes del último Consistorio, en presencia del Papa Benedicto XVI y de todo el Colegio Cardenalicio. Lo que todos saben y nadie dice: Que la libertad de la Iglesia en China no se limita a la mera libertad de culto: “Pienso que es mi deber, existiendo esta especial oportunidad, informar a mis eminentísimos hermanos de que en China no hay aún libertad religiosa. Hay en el aire demasiado optimismo que no corresponde a la realidad. Algunos no tienen manera de conocer la realidad; algunos cierran los ojos frente a la realidad; algunos entienden la libertad religiosa en un sentido bastante reduccionista”.

Transcurrido casi medio siglo, el Cardenal chino, que conoce las mentiras y artimañas de régimen de esa inmensa y sufrida nación, afirma: “Si dais una vuelta por China (lo que no recomiendo, porque vuestras visitas serán manipuladas y explotadas con el fin de propaganda), veréis bellas iglesias llenas de fieles que rezan y cantan, como en cualquier otra ciudad del mundo cristiano. Pero la libertad religiosa no se reduce a libertad de culto”.

“Los comunistas chinos han seguido siempre con la política religiosa de control absoluto. Entre nosotros todos sabemos que los comunistas aplastan a quien se muestra débil mientras que, frente a la firmeza, alguna vez pueden incluso cambiar de actitud”. El Cardenal no escatima palabras frente a ciertos obispos chinos: “Pocos obispos han vivido a la altura de tal esperanza. Muchos han buscado sobrevivir de todos modos; no pocos, lamentablemente, no han realizado actos coherentes con su estado de comunión con el Papa. Alguno los describe así: ‘Viajan felices sobre la carroza de la Iglesia independiente y se contentan con gritar cada tanto: ¡Viva el Papa!’”.

Tales palabras, pronunciadas en un tan alto escenario, delante del actual Papa y de todo el Colegio Cardenalicio, merecen por parte de los defensores de los Derechos Humanos una respuesta clara. En la medida que algunos activistas ponen primero su ideología no lo harán y de esto hay muestras: por lo mismo este tema hay que dimensionarlo políticamente. El humanismo cristiano político tiene que crear conciencia de esta potencia totalitaria que el occidente capitalista no tiene un real interés de sancionar.

China es una potencia del futuro. Modelo para ciertos sectores de izquierda. Hay temas éticos y antropológicos de por medio. No es un modelo de democracia y tolerancia. Es otra forma de un mercado capitalista controlado por marxistas que el mismo Marx seguramente cuestionaría.



MARIO ANDRÉS DÍAZ MOLINA. Estudiante de Pedagogía en Religión y Filosofía de la Universidad Católica del Maule

marioandresdimo@hotmail.com cel. (09) 77477825

No hay comentarios:

Publicar un comentario